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Se siente impune. Vinicius Júnior tiene barra libre para los árbitros de la Liga. La permisividad de los colegiados con la estrella del Real Madrid contrasta con el criterio que siguen con los demás jugadores de la competición. Frustrado, el veloz delantero no paró de atosigar a Sánchez Martínez en el clásico (0-4) y acabó con la paciencia de dos jugadores del Barça: Pedri y Gavi.

Tuvieron que pasar 80 minutos para que Vinicius viera la tarjeta amarilla, después de hacer una falta, precisamente, al centrocampista canario del equipo catalán. Tras la amonestación del árbitro, con toda la osadía del mundo, el jugador merengue le dijo al colegiado que "tu siempre igual". No salió expulsado, pero Gavi, que entró en el 87' con la misión de dejarle las cosas claras al futuro Balón de Oro, le recordó que estaba haciendo el ridículo, después de encajar cuatro goles en casa.

Como Piqué

El mediocentro de Los Palacios entró y se encargó de marcar territorio. A los segundos de pisar el verde, cometió una falta sobre Vinicius que le costó la amarilla. Luego, levantó los cuatro dedos de su mano, una por cada gol, en la cara del atacante del Real Madrid. Al final del partido, repitió el ademán con la grada, emulando la manita de Gerard Piqué en 2010.

Gavi celebra el 0-4 en el Bernabéu EFE

Vinicius hizo perder los papeles incluso a alguien tan tranquilo como Pedri. Si Gavi imitó a Piqué, el talentoso jugador canario emuló a Andrés Iniesta. El exfutbolista manchego mandó callar en un clásico a Cristiano Ronaldo. Nunca se le había visto un gesto así antes en su carrera.

Pedri, harto

Con Pedri sucedió lo mismo. En el mar de protestas de Vinicius, el interior azulgrana le pidió calma, con un toque en el hombre. La respuesta del crack del Madrid fue inminente: "¡No me toques! ¡No me toques!". Pedri, al final, no le quedó otra opción que reclamar su silencio.

Pedri manda a callar a Vinicius en el clásico DAZN

Vinicius actúa con soberbia antes de recibir, posiblemente, el Balón de Oro. Dos días antes, por eso, salió humillado de su propio campo. Recibirá el galardón el mismo jugador que permitió que su equipo encajase una goleada histórica en casa. Los niños del Barça crecen a pasos agigantados.

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