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Hansi Flick no renuncia a sus ideales. El Barça es un equipo valiente, que presiona al guardameta rival y sitúa a la línea defensiva en el centro del campo. Todo entrenador busca espacios donde atacar y el de los azulgranas está a la espalda de la zaga. Carlo Ancelotti lo tiene claro y sabe que puede aprovechar la velocidad de Kylian Mbappé y Vinicius Júnior al contraataque. Es la gran amenaza de los blancos.

En defensa, la estrategia del Barça pasa por coordinar la línea, como una barra de futbolín, para forzar el fuera de juego. Es el equipo español que más offsides provoca en la Liga. Repetición en los entrenamientos y mucha sesión de vídeo, una rutina que se repitió el pasado viernes, en el último entrenamiento antes de viajar a Madrid, es la fórmula secreta de Flick.

Robert Lewandowski celebra su gol al Bayern de Múnich con Iñigo Martínez EFE

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La jugada del Barça para anular a los rivales no sería posible sin una gran coordinación. Para ejecutar la presión asfixiante que caracteriza al conjunto de Flick, es necesario que todas las líneas estén muy juntas, que no dejen prácticamente espacio, para sofocar al contrario. Un despiste puede ser demoledor.

El Madrid no tiene a Kane

Contra el Bayern (4-1), el Barça no cambió el plan. Pero Vincent Kompany, técnico de los muniqueses, encontró una solución tempranera. Harry Kane bajaba hasta su propia área y daba alas a los suyos con cambios de orientación y combinaciones rápidas. El gigante de Baviera fue superior al conjunto catalán durante los primeros 20 minutos. Hasta que Flick corrigió.

Jugada del Barça en el 2-0 al Bayern de Múnich REDES

El Barça consiguió que anularan otro gol al Bayern con un fuera de juego. Ante el Madrid, todo puede cambiar. La delantera merengue intimida más que la alemana. Tiene a futbolistas más rápidos y con más gol. Vinicius Júnior y Kylian Mbappé son más veloces que Michael Olise y Serge Gnabry. No bajarán a recibir, pero amenazarán a la línea defensiva culé. Iñaki Peña tendrá que estar atento y jugar adelantado, como hacía Víctor Valdés, para frenar los pases al espacio.

Pero Flick asumirá este riesgo porque es su filosofía. Sin la zaga a una altura tan elevada en el campo, la presión no sería posible y el Barça no recuperaría tan cerca de la portería contraria. Hasta el momento, Jules Koundé, Pau Cubarsí, Iñigo Martínez y Alejandro Balde han cumplido a las mil maravillas. ¿Para qué tocar lo que funciona? El Barça, si va líder, es por algo.

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