Es fundamental con Hansi Flick cuando para Xavi Hernández era invisible. Y el Barça sigue ganando y pasando por encima de cualquier rival. Solo hacía falta confiar en sus capacidades como futbolista. Marc Casadó fue el mejor jugador, junto a Raphinha y Lamine Yamal, en el duelo contra el Bayern de Múnich (4-1). Es el prototipo de mediocentro posicional formado en la Masía.
Se impuso en ataque y en defensa. En la parte de atrás, con una defensa tan adelantada, Casadó debía llegar a todas las ayudas. Lo hizo. Y, en la circulación, jugó a dos toques, se orientó siempre antes de recibir y, además, dio un pase providencial a Raphinha, en su segundo gol particular. Ahora es titular indiscutible en el Barça. Hace tan solo cinco meses se veía fuera de la entidad azulgrana.
Casadó era intocable para Rafa Márquez, pero prescindible para Xavi. El centrocampista de Sant Pere de Vilamajor era el capitán del filial con 20 años. Sin embargo, veía como promesas más jóvenes, como Lamine Yamal o Pau Cubarsí, le pasaban por la derecha. También otras como Fermín López. Xavi, de hecho, se emperró en fichar a un pivote.
¿Dónde está Guido?
El Barça tenía un preacuerdo en junio con Guido Rodríguez, que acababa contrato con el Real Betis y podía recalar en la capital catalana como agente libre. Y Marc Casadó seguía sin renovar porque quería un hueco en el primer equipo. Estaba sentenciado. Al final, la destitución de Xavi lo cambió todo.
En la dirección deportiva tenían en una consideración más alta al capitán del filial. Ascendió al primer equipo y convenció a Hansi Flick en un par de entrenamientos, hasta el punto de anular la búsqueda de un mediocentro posicional. Con Casadó y Marc Bernal, Flick ya tenía suficiente.
Flick da carrete a Casadó. Lo pone por delante de Frenkie de Jong. Su valor, en cuatro meses, ha subido de los 2,5 kilos a los 15 millones de euros. Está siendo clave en este Barça de Flick. El club azulgrana estuvo a punto de desperdiciar a un futbolista con una gran proyección. Xavi casi nos deja sin Casadó.