Raphael Dias Belloli, Raphinha (Porto Alegre, 1996), simboliza mejor que nadie la gran transformación del Barça en el campo y las eternas dudas que hay en las oficinas por la precaria situación económica del club. Apagado y cuestionado con Xavi Hernández, está pletórico con Hansi Flick y es el mejor socio de Robert Lewandowski. Meses después de que Deco, director de fútbol, se planteara su venta, Raphinha es una pieza intocable para el buen funcionamiento del equipo azulgrana.

Raphinha ya no es un futbolista triste, que luchaba mucho pero poco acertado en el remate que había sido pitado por la afición. Hoy es un jugador muy querido. Por su trabajo, por su velocidad, por su descaro, por sus asistencias y por sus goles. En nueve partidos de Liga y dos de la Champions, el atacante brasileño ya ha marcado seis goles y ha dado seis asistencias. Marca y regala goles a partes iguales, para satisfacción de Flick.

Los goles de Lewandowski 

Flick necesitaba que Raphinha corriera en Vitoria. Inicialmente debía jugar como mediapunta, detrás de Lewandowski, pero la temprana lesión de Éric García lo desplazó a la banda izquierda. De sus botas salieron los primeros dos goles de Lewandowski. El primero, al ejecutar una falta. El segundo, en un rápido contratataque.

A Raphinha, además, le sienta bien el brazalete de capitán que recibió tras la lesión de Ter Stegen. Lejos de amilanarse, el futbolista brasileño se crece. Se multiplica. Da la cara por sus compañeros y se dirige a los árbitros cuando discrepa de alguna acción. Es, además, un futbolista muy querido en el vestuario por su talante tranquilo.

Futbolista de Deco 

Raphinha es una bendición para Flick. También lo fue para Deco. En 2022, el actual director de fútbol del Barça era su representante. Deco recibió ofertas importantes por un jugador que había jugado a un gran nivel en el Leeds, siempre como extremo derecho, y se decantó por el club azulgrana, aunque la oferta del Chelsea era superior.

Raphinha abraza a Lewandowski tras un gol del polaco FCB

El Barça fichó a Raphinha tras pagar 58 millones de euros fijos y pactar otros siete millones en variables. Con Xavi, su rendimiento fue muy irregular. Jugaba encorsetado en la banda derecha. Encontraba pocos espacios con sus diagonales y no era el futbolista determinante que quería el técnico de Terrassa.

Laporta, Raphinha y Deco EFE

La oferta de Arabia Saudí 

Laporta, preocupado por los problemas económicos del club, puso en el mercado a Raphinha en verano de 2023. También se planteó su venta un año después. El jugador, sin embargo, rechazó cualquier propuesta. La más suculenta, de Arabia Saudí. Quería triunfar en el Barça y la llegada de Flick fue su mejor estímulo.

Raphinha, en el campo del Alavés FCB

Flick, un entrenador muy cercano a los jugadores, conectó muy pronto con Raphinha. Le cambió de banda y le pidió que fuera más directo. El técnico alemán es el mejor ansiolítico para Raphinha, uno de los grandes beneficiados con los nuevos métodos de trabajo del cuerpo técnico y sus planteamientos tácticos. El Barça, hoy, toca menos. Es más directo.

El salario de Raphinha 

Con contrato hasta 2027, el Barça disfruta de la mejor versión de Raphinha, quien cobra unos 12 millones de euros anuales en concepto de salario y le cuesta unos 25,5 millones por temporada al club por la amortización de su fichaje. En las oficinas del Barça ya no les parece un jugador caro y todos bendicen su espectacular metamorfosis. Es el capitán silencioso de un equipo en construcción que sueña a lo grande. Con Raphinha conectando con Lewandowski, todo es más fácil y en el Barça nadie, o casi nadie, se acuerda ya de Nico Williams.

 

 

 

 

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