El 80% del salario de De Jong daba para fichar a Nico Williams o Zubimendi

Frenkie de Jong es protagonista esta semana por varios motivos. Primero, por la equivocada entrevista que ofreció a los servicios de comunicación del Barça, donde habló sobre su negativa a operarse y calificó de "mentiras" algunas informaciones que se habían publicado sobre su elevado salario. "Estoy muy lejos de eso", dijo el futbolista, aunque como demostró Culemanía con la publicación de su contrato, las cifras reales no están tan alejadas de lo que había trascendido. En segundo lugar, Frenkie es noticia porque ha vuelto a una convocatoria del Barça más de cinco meses después, desde que se lesionó el tobillo derecho por tercera vez el pasado 22 de abril. Se espera que vuelva a jugar este martes en Champions frente al Young Boys suizo. 

El regreso de De Jong podría ser el elemento más noticiable de un partido del que no se esperan grandes sobresaltos: el Barça debería ganar con solvencia. Si va bien el partido y cae un buen puñado de goles, también se esperan minutos para Ansu Fati. Lo que no se contempla es que el fútbol suizo vuelva a entrar esta noche de forma categórica en la historia del Barça, a pesar de que es un país con una indudable vinculación debido a que es la nacionalidad del fundador del club y que algunas de sus ciudades --Berna o Basilea-- han sido sede de importantes derrotas o grandes victorias azulgranas. Entrarían si lograsen una victoria. 

De Jong, una alta que ya no ilusiona 

Volviendo a Frenkie de Jong, su regreso está siendo una noticia poco celebrada por la hinchada culé. En los últimos tiempos, la figura del neerlandés ha generado una relevante desafección entre el barcelonismo. Se esperaba mucho más de un joven que llegó con la estela de crack previo pago de 86 millones de euros (75 fijos + 11 en variables). Lo que más molesta de él es, precisamente, que no sepa hacer lo que tan bien ha hecho en tan solo tres partidos Marc Bernal: hacer jugar al equipo tomando decisiones con criterio, dando velocidad al juego en acciones de dos toques --control y pase--, buscando la verticalidad del juego y evitando largas conducciones estériles.

No son pocos los aficionados que se han estado tirando de los pelos este verano, al ver que Frenkie seguía sin jugar, declinaba operarse y torpedeaba un posible fichaje. La mermada situación económica del Barça complicaba un escenario de nuevos fichajes en verano. De hecho, las principales inscripciones que se han producido --Iñigo y Dani Olmo-- han sido gracias a las lesiones de dos jugadores, Araujo y Christensen. 

20 millones para Nico o Zubimendi 

Desde el club se le aconsejó pasar por quirófano. No era normal encadenar tres lesiones consecutivas en el mismo tobillo. Como no es normal estar cinco meses de baja por un esguince de tobillo que tampoco era especialmente grave en un principio. Si se le hubiese dado una baja de cuatro meses tras operarse, el club habría podido fichar a una alternativa. Y gracias a su elevada ficha, esa alternativa podría haber sido de alto calibre: Martín Zubimendi o Nico Williams. 

La ficha de Frenkie de Jong es de 19 millones de euros fijos, eso sin contar el bonus de 4,2 millones que cobrará a final de temporada y los 2 millones extra que puede percibir por rendimiento. En total, 25,2 kilos. El artículo 77 de la normativa de la Liga prevé que los clubes pueden usar el 80% de la ficha del jugador lesionado para inscribir a otro jugador. Pues bien, el 80% del salario de Frenkie asciende a 20,1 millones de euros. Una cifra que habría sido suficiente para inscribir tanto a Zubimendi como a Nico. 

Lo que pudo ser y no fue 

En el caso de haber venido cualquiera de estos dos jugadores, su coste habría sido muy similar al de Olmo. Un traspaso de 60 millones de euros --que se tendría que haber pagado al contado por ser la cláusula de rescisión-- y una ficha de unos 10 millones brutos el primer año. Los números salen solos: 60 entre 6 años de contrato serían 10 millones anuales de amortización y los otros 10 de salario sumarían los 20 derivados de la elevada ficha de De Jong. 

La realidad es que esto es lo que pudo ser y no fue. De Jong declinó pasar por quirófano, no se operó, no le pudieron diagnosticar cuatro meses de baja y no se pudo intentar uno de estos dos fichajes. Lo que significa que el fchaje no es otro que el propio Frenkie. Tiene que empezar a demostrar que vale lo que costó desde hoy.