Hansi Flick se ha convertido en el gran protagonista del entorno Barça en las últimas semanas. Es el verdadero fichaje estrella de Laporta, tras un inicio de curso tan demoledor como inesperado, teniendo en cuenta las numerosas bajas que acusa la plantilla, tanto por lesiones como por las salidas que se han producido durante el verano. El mercado de fichajes dejó un sabor de boca amargo, decepcionante, pero el rendimiento del equipo ha callado bocas en seguida, generando una ola de ilusión descomunal. El factor diferencial que simbolizó este cambio del estado de ánimo, sin embargo, no fue Hansi Flick. Fue Dani Olmo.
Flick ha instaurado la idea, ha establecido las dinámicas y es el líder indiscutible de la revolución que está viviendo el Barça. Sin embargo, la excelencia llegó con el debut de Dani Olmo. Desde que el crack de Terrassa entró al terreno de juego, se produjo una metamorfosis: el Barça pasó de ser un equipo sólido y solvente, a convertirse en una apisonadora letal para sus oponentes.
Olmo y la metamorfosis del Barça
No podemos obviar que con Dani Olmo sobre el verde han llegado las grandes goleadas del Barça, ante el Valladolid y el Girona. También cambió la cara del equipo en Vallecas. La irrupción del internacional español en el segundo tiempo contra el Rayo transformó al equipo, se multiplicaron las ocasiones de gol y el centrocampista fue protagonista tanto con sus movimientos, como con sus pases y ocasiones de gol. Lanzó un balón al travesaño nada más irrumpir en el terreno de juego y se estrenó como goleador. Su debut fue épico.
Olmo ha lanzado varios balones al palo desde su debut y ha marcado en los tres partidos en que ha participado, firmando una estadística pocas veces vista en la historia del Barça. Solamente compartida con estrellas del nivel de Stoichkov, Ibrahimovic y Cesc Fàbregas. Las victorias conseguidas antes de su llegada, frente al Valencia y el Athletic Club, fueron mucho más discretas. Con más oficio que brillo, y por la mínima en todo caso.
El nivel mostrado por el egarense está al alcance de muy pocos, lo que advierte que su baja será de extrema sensibilidad. Y es que más allá de todo lo que ha aportado en estos tres partidos, Olmo se ha convertido también en un foco de atención para las defensas que permite liberar marcas a otros jugadores muy talentosos: hablamos de Pedri y Lamine Yamal.
Factor de atención
Cuando tres jugadores de tanta categoría se juntan sobre el césped pueden pasar cosas maravillosas. Y para las defensas es muy difícil centralizar sus esfuerzos en un jugador por encima de los otros. Si se empeñan en tapar a Lamine, Olmo y Pedri pueden hacer diabluras por el medio. Y cuando han visto el potencial de Olmo y han reforzado el eje para controlarlo, tanto Lamine como Pedri se han podido mover con mucha más libertad, generando peligro constante. Los tres han sido protagonistas con su fútbol, goles y asistencias en las últimas goleadas.
Como mucho, las defensas pueden conseguir tapar a dos de los tres, pero se hace muy difícil tener maniatados a tres jugadores de tanta calidad técnica, con visión de juego periférica, a nivel individual y colectivo. Veremos cuánto se nota su ausencia.
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