Poco a poco, Hansi Flick tiene cada día más claro con qué jugadores cuenta y con cuáles no. La pretemporada ha ayudado a detectar las posiciones que el club debe reforzar, además de hacer una 'criba' con los futbolistas que se deben considerar prescindibles. Ahora mismo, el Barça debe enfocarse en efectuar una venta que le reporte un ingreso importante. En la zona de ataque, el técnico germano no tiene dudas de qué delantero no entra en sus planes.
Según pudo saber Culemanía, tras una reunión entre Flick y Deco en el hotel Majestic, el entrenador alemán informó al director técnico que no quiere a Ferran Torres. Su irregular rendimiento en la pasada campaña, además de su posible precio de salida, lo pueden convertir en la venta sonada de la entidad culé que solvente varios de sus problemas financieros.
Operación salida en Can Barça
Si bien es cierto que hace unos meses el presidente Joan Laporta aseguró que la salud económica del club había mejorado y el club ha acometido los fichajes de Dani Olmo y Pau Víctor, la realidad es que todavía persisten las dificultades para inscribir a los futbolistas, y todavía no se ha oficializado el acceso a la regla 1-1. Es por eso que el Barça debe ejecutar algunas ventas significativas. Flick, consciente de la complicada situación financiera que atraviesa el club, ha decidido que Ferran Torres sea el jugador que deba abandonar la entidad catalana.
Ferran es una figura que divide a la afición. Por un lado, los barcelonistas valoran su esfuerzo y entrega, pero su falta de acierto de cara a puerta ha llegado a desesperar al hincha culé.
Petición expresa de Xavi
En el momento más crítico de la historia reciente de la institución azulgrana, marcado por la grave crisis financiera y los malos resultados deportivos, aterrizó Xavi Hernández. Su primera petición fue el fichaje de Ferran Torres, por quien el Barça pagó más de 55 millones de euros al Manchester City. Tuvo un sólido arranque a las órdenes del egarense, con quien anotó algún que otro gol importante. Pero más pronto que tarde evidenció ciertas lagunas futbolísticas que lastraron su rendimiento, como la dificultad para ver portería y su falta de uno contra uno. En su segunda temporada, perdió protagonismo debido a la llegada de jugadores de talla mundial como Robert Lewandowski, quien se erigió como el nuevo 'killer' culé.
Las críticas hicieron mella en la salud mental del de Foios, y para la siguiente campaña se puso en manos de un profesional. Desarrolló una fortaleza mental envidiable, y mostró señas de recuperar su mejor versión, pero la irregularidad y los problemas físicos regresaron. Tras la marcha de Xavi, su principal valedor, y la llegada de Flick al banquillo del Barça, el atacante valenciano se encuentra en el dilema de saber que no contará con excesiva importancia para el técnico teutón, y que quizá la mejor solución sea la de poner rumbo a otro equipo.