La gran suerte del Barça es Lamine Yamal. El conjunto de Hansi Flick naufragó en Montjuïc contra el Mónaco (0-3). La única alegría en el Gamper fueron los minutos de la joven perla formada en la Masía. Cuando el extremo culé coge el balón, las sensaciones son otras. Solo hicieron falta, exactamente, 22 minutos para darse cuenta.
En el 68', Lamine Yamal entró por Robert Lewandowski. El Barça cambió la cara en ataque. El equipo de Hansi Flick se asentaba en campo contrario, pero no llegaba con peligro. En cambio, con la entrada del atacante español, todo se alteró. De sus botas nacen pases filtrados hacia el área, desborde y centros con peligro. Pero está muy solo. Lamine Yamal echa de menos a un socio como Nico Williams.
Fichaje esfumado
Ni Raphinha ni Pau Víctor, ambos titulares, fueron capaces de desbordar. El Barça solo llegó a portería con alguna combinación rápida, no por el talento individual de ningún futbolista. Lamine Yamal reactivó al equipo y también a la afición --fue el jugador más ovacionado en la presentación de la plantilla--. Pero la defensa sabía en quien debía centrar su atención.
Lamine Yamal es capaz de marchar de más de un defensor, pero pocas veces se encontrará en situaciones favorables si no llega otro extremo que preocupe a la defensa rival. Eso hacía Nico Williams en la selección española, que se alzó con la Eurocopa. El extremo del Athletic también es capaz de desbordar y generar superioridades. Formaría una dupla perfecta con Lamine Yamal. Pero, hoy por hoy, su fichaje es casi una utopía.
En busca de otras opciones
El 'no' de Nico Williams afecta directamente a Lamine Yamal. El 19 del Barça se debe multiplicar por dos. Debe marcar, asistir, regatear, generar superioridades. Es el único en la delantera capaz de hacerlo. También de dar amplitud al campo. La diferencia entre él y el resto de atacantes de la plantilla es muy grande.
El Barça asume la negativa de Nico y ya empieza a buscar otras opciones. Rafa Leao, del Milan, Luis Díaz, del Liverpool y Kingsley Coman, del Bayern de Múnich son los principales candidatos. El extremo francés es el que encabeza la lista, ya que el Barça podría conseguir una cesión por un jugador que ya ha entrenado bajo las órdenes de Flick, en el Bayern que lo ganó todo en 2020. Su salud es la gran incógnita. En plenas condiciones, es un delantero de un uno contra uno endemoniado.
Las otras alternativas no saldrían de sus respectivos clubes por menos de 50 millones de euros. Al menos en el caso de Díaz, a quien le encantaría jugar en el Barça. Respecto a Leao, es prácticamente imposible que salga del conjunto rossoneri. Es su futbolista franquicia y la oferta debería ser aún más grande.
¿Olmo puede ser la solución?
Si finalmente el club azulgrana no ficha a nadie, la única opción que tendrá Flick será la de alinear a Dani Olmo por la banda. El delantero catalán llega procedente del RB Leipzig. Flick lo conoce "a la perfección", tal y como declaró él mismo al término del Gamper. Su posición favorita, por eso, es la de mediapunta.
Olmo, sobre el papel, viene jugando como extremo en el Leipzig, pero fue una de las sensaciones de España jugando como interior, en sustitución de Pedri, que cayó lesionado. En banda puede cumplir, pero su juego sale a relucir cuando puede recibir de espaldas, entre líneas y hacer de enlace con el artillero. Uno de sus puntos fuertes es el control orientado, pero no el puro uno contra uno.
Nico Williams era el objetivo del presidente Joan Laporta. Su caso está a punto de cerrarse. De forma desfavorable al Barça, claro. Una decisión que afecta a todo el ataque del conjunto azulgrana y, más en concreto, a Lamine Yamal. La joya culé será la gran arma ofensiva del equipo de Hansi Flick. La única, prácticamente.