Una sola pieza puede alterar todo el engranaje. Que se lo digan a Sergio Busquets, la llave maestra que abría todos los espacios del campo. El pivote de Badía del Vallés abandonó can Barça en 2023 por la puerta grande, con una Liga bajo un brazo que lucía el brazalete de capitán. Xavi Hernández supo rodear de músculo y físico a la brújula del centro del campo. Sin embargo, se fue Busi y, un año después, el FC Barcelona todavía no ha encontrado una solución a largo plazo. Y tampoco figura entre las prioridades buscarla. Año nuevo, misma piedra con la que tropieza el Barça.
Deco, director deportivo del club azulgrana, solo ha firmado a Oriol Romeu para el mediocentro en las tres últimas ventanas de traspasos. Más pronto que tarde, el pivote de Ulldecona evidenció unas carencias impropias de un sucesor a la altura de Busquets. En verano de 2023, Xavi pidió un 6 posicional y de garantías como Joshua Kimmich o Martin Zubimendi. El presidente Joan Laporta y el tándem Deco-Mateu Alemany fracasaron en el intento por dificultades con el Fair Play financiero y solo pudieron desembolsar 3,4 millones de euros por Uri.
Vitor Roque por delante
Para más inri, Deco se decantó por la contratación de un delantero que el primer equipo ni siquiera necesitaba. Robert Lewandowski había conquistado el galardón de Pichichi de la Liga en el curso 22-23 con 22 goles; 32 tantos en 46 partidos oficiales. Por detrás, empezaba a pisar fuerte Marc Guiu, una de las perlas que daría el salto al primer equipo en la temporada 23-24. Aun así, el director del área de fútbol consideró que la entidad debía destinar los recursos económicos al fichaje de Vitor Roque: 30 millones fijo y 31 variables; cada seis meses se abonan 5 kilos del montante pactado.
En tanto, Xavi tuvo que encontrar soluciones imaginativas para paliar la ausencia de Busquets. Oriol Romeu, aquejado de problemas físicos y con un bajón de rendimiento, apenas duró tres meses antes de caerse de las alineaciones. Al final, el técnico catalán asignó un nuevo rol de pivote a Andreas Christensen y reformuló el esquema a un cuadrado de centrocampistas. Gavi, Pedri e Ilkay Gundogan también participaron en la base de la medular, sin asemejarse al característico juego de Busi.
Para rizar el rizo, la lesión de Gavi abrió una rendija a la inscripción de un nuevo salario en enero de 2024. ¿La solución? Adelantar el aterrizaje de Tigrinho. Dos titularidades en seis meses y 319 minutos bastan para dar fe del éxito de la apuesta. Dos goles, algunos destellos y 14 suplencias. El 80% del salario del centrocampista lesionado habría dado cabida a la ficha de otro mediocentro cedido. Deco priorizó nuevamente su nueva adquisición, de 19 años y sin experiencia en Europa.
Ni Kimmich, ni Merino
Tercera ventana de traspasos con Deco al frente --en verano de 2023 solo el tramo final-- y parecía que iría la vencida. El capo de la secretaría técnica había pactado verbalmente el fichaje de Guido Rodríguez como agente libre, pero finalmente paralizó la operación. La Eurocopa 2024 nubló la vista de Laporta y Deco. La explosión de Nico Williams y Dani Olmo en la España campeona alteró los planes del área deportiva azulgrana.
El presidente tenía entre ceja y ceja trasladar la sociedad temible de Nico y Lamine Yamal al nuevo Barça de Hansi Flick. Ni siquiera las buenas prestaciones de Mikel Merino y Joshua Kimmich a un año de terminar sus respectivos contratos han variaron las prioridades.
El primero se marchará traspasado de la Real Sociedad por unos 30 millones. El club catalán no movió un dedo más allá de trasladar el interés al jugador. El Arsenal se ha llevado el gato al agua. Los gunners tienen negociaciones avanzadas con el mediocentro. Fuentes del entorno de Mikel Merino creen que la entidad barcelonista tiene otras prioridades. No ha habido movimiento en firme por el pivote de Pamplona.
El 'Kimmich' de la Masía
Paralelamente, en Culemanía podemos confirmar que el Barça tiene un acuerdo con Dani Olmo hasta 2030. Las conversaciones se centran en satisfacer las pretensiones económicas del Red Bull Leipzig. Mientras el importe fijo ofrecido por el club catalán se acerca a los 50 millones, el conjunto alado exige 60.
Afortunadamente para los culés, Flick parece haber encontrado petróleo en la Masía. Marc Bernal y Marc Casadó han integrado el doble pivote en los primeros amistosos de pretemporada. Este último se ha ganado el apodo de Joshua por parte del vestuario, debido a su parecido físico con el crack del Bayern de Múnich. También se asemejan en la polivalencia que los ha llevado a compaginar la medular con el lateral.
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