Joan Laporta no tiene margen para fichar a todos los jugadores que desearía. Tampoco lo tuvo hace un año y en verano de 2022 no le quedó más remedio que vender activos del club para renovar un Barça decadente. En su primera etapa como presidente azulgrana, fichó a grandes futbolistas como Ronaldinho, Deco, Eto'o, Henry e Ibramovich. En la actual, su gran golpe fue la contratación de Robert Lewandowski, quien llegó a Barcelona con casi 34 años, tras fracasar en el intento de fichar a Erling Haaland.
Haaland era el gran sueño de Laporta desde que ganó las elecciones del 7 de marzo de 2021. El máximo dirigente asumió que su primer verano sería muy delicado por una deuda de 1.200 millones de euros, según el mismo dirigente. Meses después escenificó su reunión en Barcelona con Mino Raiola, representante ya fallecido del delantero noruego. Las cantidades de dicha operación estaban fuera de mercado para el club azulgrana.
Haaland y Lewandowski
El Barça no pudo competir con el Real Madrid y el Manchester City por Haaland, que se decantó por el club inglés. Laporta, paralelamente, tiró de agenda y contactó con Pini Zahavi, antiguo socio suyo, amigo personal y representante de Lewandowski. Entre ambos pactaron la estrategia que culminó con el fichaje del delantero polaco, actualmente el futbolista más global del club pero con un impacto económico y mediático muy inferior a Leo Messi, de quien se despidió el Barcelona en verano de 2021.
El segundo fichaje más deseado por Xavi Hernández, entrenador del Barça en verano de 2022, era el de Bernardo Silva. Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, daba por segura la marcha del futbolista portugués y solo pidió que los dos clubes se pusideran de acuerdo en el precio del traspaso.
Bernardo Silva, imposible
El Manchester City pidió 80 millones de euros por Bernardo Silva, pero el Barça priorizó los fichajes de Lewandowski, Raphinha y Koundé. Laporta no tenía dinero para fichar al mediapunta internacional.
Mucho más complicado fue el pasado verano. El Barça fue el club de los 32 que participaron en la Champions que menos invirtió en fichajes: solo 3,4 millones de euros, los que pagó al Girona por Oriol Romeu. Era una operación de perfil bajo que no salió bien.
El mediocentro, asunto pendiente
Xavi había pedido el fichaje de un futbolista de primer nivel para sustituir a Sergio Busquets, posiblemente el mejor mediocentro de la historia del Barça. Romeu, su relevo, era la cuarta opción, tras descartar Deco la contratación de Zubimendi, Kimmich y Brozovic por motivos económicos.
Iñigo Martínez e Ilkay Gundogan llegaron con la carta de libertad, tras finalizar sus contratos con el Athletic y el Manchester City. Joao Félix y Joao Cancelo, por su parte, fueron cedidos por el Atlético de Madrid y el mismo City.
Mbappé contra Lamine Yamal
La realidad económica del Barça ha frenado los planes y sueños de Laporta. En un momento en los que el equipo necesitaba grandes cambios, el clubazulgrana ya no es uno de los actores principales del mercado futbolístico. La solución pasa por potenciar la cantera, más por necesidad que por convicción, y mientras el Madrid presume de Mbappé, el Barcelona se ilusiona con Lamine Yamal.
Otro joven, buen amigo de Yamal, es el fichaje más deseado por Laporta y el barcelonismo: Nico Wiliams. El delantero, sin embargo, parece desmarcarse de la oferta del Barça tras las presiones de su familia y del Athletic, que ya ha dicho que no negociará una rebaja ni aceptará el pago de los 58 millones de su cláusula de rescisión en cómodos plazos.
Dani Olmo, el plan B
El plan B de Laporta es Dani Olmo. También es delantero, pero no es tan explosivo ni rápido como Nico. Su fichaje sería menos ilusionante y costaría 60 millones de euros. La época de los grandes craks forma parte del pasado y el Barça vive ahora tiempos muy duros. Laporta, no obstante, sueña a lo grande y es consciente de que dentro de un año no tendrá excusas. Quedará un año para las elecciones y será el momento de abordar el fichaje de una estrella, con Erling Haaland como gran objetivo.