Oriol Romeu fue la solución de emergencia del Barça para sustituir a Sergio Busquets. El centrocampista de Ulldecona era el plan D de Xavi Hernández, que dio luz verde a su fichaje tras quedarse con las ganas de contratar a Zubimendi, Kimmich y Brozovic. Hace un año, el club azulgrana pagó 3,4 millones de euros por Romeu, que comenzó como una moto pero gripó muy pronto. Y cuando parecía que sería traspasado, el futbolista tendrá una segunda oportundiad en Barcelona.
Hansi Flick pide tiempo. No sabe si el Barça podrá fichar a un mediocentro y quiere probar a Romeu y Marc Casadó. También cuenta con Marc Bernal, un jugador más físico que también puede jugar como interior.
Tentado por el Nápoles
El Barça ya ha transmitido a Romeu que cuentan con él. Hace un año se comprometió por tres temporadas y podría tener una segunda oportunidad con Flick, partidario de un fútbol más físico y directo que Xavi.
Romeu, mientras, está encantado en el Barça. Y cuando su situación parecía estabilizarse, el futbolista ilerdense ha sido tentado por el Nápoles, club que busca un centrocampista defensivo.
El fichaje de Mikel Merino
El Barça, de momento, espera noticias. Hoy solo contemplaría la venta de Romeu si recibe una buena oferta de Italia. El escenario, en cambio, daría un vuelto radical si finalmente el club puede fichar a Mikel Merino u otro futbolista.
La pasada temporada, Romeu comenzó como titular y su rendimiento fue satisfactorio hasta que se lesionó, por primera vez, Frenkie de Jong. A partir de entonces, algunos errores penalizaron mucho a un futbolista que perdió siete kilos y que ahora tendrá una segunda oportunidad en el Barça.