Joan Laporta y Xavi Hernández tuvieron muchas diferencias en la planificación deportiva del Barça, motivo por el cual decidieron destituir al de Terrassa como entrenador del primer equipo, aunque hubo un punto en común entre las dos partes: el fichaje de un extremo izquierdo. De esa lista de candidatos que gustan al club, uno que generaba consenso entre las dos partes es Khvicha Kvaratskhelia. La joya del Nápoles que también seduce a Hansi Flick, sucesor del técnico egarense en el banquillo azulgrana.
El extremo de Georgia es un futbolista que gusta mucho a Laporta. Su fichaje estuvo sobre la mesa, recibiendo el visto bueno de Xavi por la necesidad de incorporar a un atacante que deslumbra especialmente por su osadía desparpajo a la hora de sortear rivales mediante sus habilidosos regates. Las dos partes estuvieron de acuerdo con intentar su incorporación, aunque no pudo ser una realidad por los problemas financieros del FC Barcelona.
Un fichaje millonario
El principal problema que se encontró el Barça con el fichaje de Kvaratskhelia es que su valor de mercado era inaccesible por las limitaciones económicas. Tiene contrato hasta 2027 con el Nápoles y su cotización, según Transfermarkt, es de 80 millones de euros. Es una operación que se escapaba de la realidad financiera del club, por lo que los altos decidieron poner freno a ese objetivo.
También fue clave la predilección del atacante de 23 años por el Real Madrid y su fanatismo por Cristiano Ronaldo. Esa situación no supuso un problema para Laporta, que igualmente intentó dar con la tecla para hacer posible su fichaje. En el pasado no pudo ser una realidad, pero el panorama en el FC Barcelona apunta a ser un poco más optimista en el próximo mercado de verano.
Seduce a Flick
Kvaratskhelia, que ha logrado brillar en la Eurocopa con su selección --rival de España en octavos--, es uno de los potenciales candidatos a reforzar el extremo izquierdo del equipo de Hansi Flick. En la actualidad, el principal nombre sobre la mesa es Nico Williams, cuya cláusula de rescisión cercana a los 60 millones de euros lo convierten en un fichaje mucho más accesible para la dirección deportiva.
Pero en el horizonte todavía se mantiene el nombre de Kvaratskhelia. La fascinación de Laporta por el extremo puede ser clave en los planes de mercado de verano, sobre todo porque los altos mandos de la entidad esperan anunciar en los próximos días que la norma 1-1 es una realidad, lo que quiere decir que cada euro ingresado se puede reinvertir en fichajes e inscripciones. Con ese panorama, el Barça no cierra la puerta a una incorporación bomba como la del georgiano.