El Sevilla-Barça (domingo, 19:00 horas) será el último partido de Xavi Hernández como entrenador azulgrana. Dos años y medio después, una leyenda abandona el club. El técnico egarense se ha despedido como un señor. Ha evitado entrar en conflicto con Joan Laporta o Deco. "Estoy con la consciencia tranquila. Estoy orgulloso, contento. Sabíamos que era una época complicada. No ha sido sencillo por la situación en la que vive el club. Hemos entendido cosas en situaciones verdaderamente complicadas", ha señalado Xavi.
"El presidente me transmitió sus razones por las que cree en un cambio de rumbo y de entrenador. Él es quien decide todo en el club. No me queda otra. Siempre estaré a disposición del Barça, soy un hombre de club. Seré un culé más. Deseo todo lo mejor", ha explicado Xavi, emocionado. "Solo me queda aceptarlo y respetarlo. Yo, hasta que no me dicen lo contrario, seguía con la ilusión intacta. Creía en esta plantilla, cambiando algunas cosas", ha puntualizado.
Tranquilo con el trabajo hecho
"He tenido que tomar decisiones importantes. No me arrepiento de nada. He sido honesto con todo el mundo. He dado lo máximo de mí. Hemos trabajado con honor y amor hacia este club. Soy culé de por vida y lo seguiré siendo", ha explicado. El técnico ha puesto en valor los dos títulos conseguidos. "Cuando miras hacia atrás, nos llevamos dos títulos y muchos éxitos en partidos importantes. La experiencia ha sido espectacular", ha dicho el míster.
Una experiencia que no ha dado por terminada. No le cierra la puerta al club de su vida. "Me gustaría volver al Barça. Lo he difrutado. Lo he sufrido. Pero a mí me gusta trabajar para el club. Nunca me cierro la puerta, ojalá poder regresar. Nunca te imaginas estar despedido, pero soy un profesional", ha comentado, casi aguantándose las lágrimas.
Sin señalar a nadie
Xavi ha decidido dar su última comparecencia en la Ciutat Esportiva sin señalar a nadie. Solo ha querido mostrar su agradecimiento por la oportunidad. "Me voy agradecido al presidente, a todos los que han pasado desde que estoy en el cargo. Soy un hombre de consenso. He mirado por el club, me he adaptado a todas las circunstancias muy adversas que, por desgracia, que hay en la entidad. Ayer el presidente me dio sus razones y él es quien toma las decisiones", ha incidido.
"No tengo que valorar las decisiones. Ya saben mi opinión de todo lo que ha pasado. A partir de aquí, no es bueno que yo opine públicamente. Quiero marchar en paz. La palabra es agradecimiento", se ha contenido Xavi. Preguntado acerca de los argumentos del máximo dirigente y Deco, ha contestado que eso no es pregunta para él: "Los motivos los deben contestar ellos. Son las razones de Deco, no mías. Yo las respeto".
Marcha con honores
Aunque ha dejado entrever que no coincidía con la cúpula en la confección del plantel. "Este año no hemos competido de la mejor manera. Hemos hecho un paso adelante en el juego, pero no suficiente para ganar títulos. He intentado hacer la planificación de la plantilla para la temporada que viene y la situación no ha cuadrado", ha matizado.
En palabras del técnico, perdonará su último año de contrato: "No pondré problemas con la resolución. Lo que dije, así será". "Cómo se despide a una leyenda no es pregunta para mí. A mí me hubiesen gustado otras circunstancias. Ayer me comunican que me voy, así que lo acepto. Es una pregunta para el presidente, no para mí", ha explicado.
Xavi ha afirmado que lo más probable es que se tome un descanso. Se ha despedido de forma cariñosa de los medios de comunicación: "Aunque no lo creáis, os echaré de menos". Y, como no podía ser de otra manera, ha entonado el famoso 'visca el Barça' para finalizar la comparecencia.