Robert Lewandowski ha alargado su vida útil en el Barça hasta los 35 años. El delantero polaco enlaza su segunda temporada en el FC Barcelona y ha vuelto a alcanzar los 25 goles. Salvo remontada milagrosa, el ariete polaco no revalidará el galardón de Pichichi como máximo realizador de la Liga. Y la culpa recae en los dos nuevos delanteros de moda en el campeonato español: Alexander Sorloth y Artem Dovbyk.
Precisamente, los dos artilleros más cotizados del campeonato están a tiro de los grandes clubes europeos por menos de 40 millones de euros. La fuente de la juventud de Lewy no será eterna. Aunque en Can Barça el director deportivo Deco ha apostado por el fichaje de Vitor Roque, el futuro de Tigrinho el próximo verano es una incógnita. El técnico Xavi Hernández todavía no confía en la promesa brasileña como opción para el 9, por lo que el club deberá encontrar otro goleador.
Sorloth, 38 millones
Nuevamente, las limitaciones económicas de la entidad barcelonista no dan tregua, pero la Liga ofrece dos alternativas más asequibles que otros delanteros de la élite. En primer lugar, Sorloth ha dado un golpe sobre la mesa tras endosarle un póker de goles al Real Madrid.
El atacante de 28 años es insuperable por alto gracias a su 1,95 de altura. No obstante, también exhibe regate y capacidad asociativa en sus participaciones con balón. Y, lo más importante, el gran aspirante al Pichichi con 23 goles y 6 asistencias tiene una cláusula de rescisión de 'solo' 38 millones. No hay vía más fácil de ficharlo que mediante un clausulazo, pues tiene contrato en vigor con el Villarreal hasta junio de 2028.
Dovbyk, 40 millones
En segundo puesto en la contienda por el Pichichi, Artem Dovbyk se ha consagrado durante su primera temporada en una gran liga europea. El Girona FC encontró una petróleo con el fichaje del crack ucraniano, procedente del Dnipro de su país natal. Los tozudos apenas invirtieron 7 millones por el 50% de su pase, y con total seguridad lo traspasarán a cambio de 40 kilospese a mantener vínculo hasta 2028. 21 goles y 7 asistencias en Liga valen su peso en oro.
El 9 gerundense se caracteriza como un depredador del área, una boya sobre la que descargar el juego. Pero también es un caso de delantero total que trasciende las facetas de un mero killer. Todavía tiene 26 años, mide 1,89 y su cláusula de rescisión de 40 millones es carne de inversión para los tiburones europeos. Incluido el Barça.