El Paris Saint-Germain nunca se da por satisfecho. Nasser Al-Khelaifi, presidente del club francés, no ceja en su empeño de hacer la vida imposible al FC Barcelona. Si ya de por si han causado terremotos en el Camp Nou fichajes sonados como el de Leo Messi o la traición de Neymar Jr en 2017, el Barça ni siquiera ha tenido oportunidad de vengarse todavía. Desde que Qatar Sport Invesments (QSI) aterrizó en el Parque de los Príncipes, solo Lucas Digne ha conseguido cambiar de bando.
El club azulgrana suspira por el regreso de Xavi Simons, pero el equipo entrenado por Luis Enrique no da el brazo a torcer. La salida de Kylian Mbappé descapitaliza la plantilla parisina, y el técnico asturiano ya ha advertido que "quiero dos jugadores importantes por posición la temporada que viene". Eso implica que el talentoso atacante neerlandés entra en los planes para el PSG 2024-25.
El PSG cierra la puerta
Según desvelan otros medios españoles, los primeros contactos desde la Ciutat Esportiva Joan Gamper con el canterano azulgrana llamaron al optimismo. El propio futbolista sucumbió nuevamente a los encantos del FC Barcelona y veía con buenos ojos su reencuentro con el club catalán. Es común ver al jugador oriundo de Amsterdam de visita en la capital catalana para reencontrarse con su excompañero de generación Alejandro Balde.
Sin embargo, el PSG ha cerrado la puerta a toda cesión. Y menos aún, al Barça. Los dos últimos períodos de cesión en PSV Eindhoven y RB Leipzig han propiciado la eclosión definitiva de Simons, listo para los mejores clubes de Europa. Esta temporada ha marcado 9 goles y ha entregado 13 asistencias en 42 partidos con la fanquicia alada. Por lo tanto, en la capital gala solo se sopesan dos opciones: venta o contar con el volante internacional con Países Bajos.
Traspaso de 60 millones
El valor del mediapunta de 21 años ya se ha disparado hasta los 80 millones de euros. Con contrato hasta junio de 2027, quien quiera firmar a Simons, tendrá que rascarse el bolsillo. El propio Leipzig pretende prolongar la estancia de una de sus estrellas, pero carecería de la capacidad de inversión para asumir un traspaso superior a los 60 millones.
La baza de Deco, director deportivo del Barça, consistía en pedir una cesión similar a la de Joao Félix, fórmula empleada por el PSG en los últimos dos años consecutivamente. Otros medios también apuntaban a una presunta cláusula según la que, en caso de abrirle la puerta a un préstamo, el jugador podría decidir su destino. Por ahora, no se da la primera condición.