Había mucha expectación por ver la respuesta de los jugadores del FC Barcelona tras la confirmación de Xavi Hernández de su continuidad en el banquillo azulgrana. La prueba no era fácil, debido a que el equipo recibió en Montjuïc a un Valencia CF que ya supo amargar a los culés en la primera vuelta de la Liga y que arribó a territorio catalán con la intención de buscar los tres puntos para mantener vivo su sueño de competiciones europeas.
En este sentido, la respuesta en lo colectivo no fue tan positiva por la escasa claridad con balón en campo rival. Pero sí que notable en términos individuales por la reacción de unos futbolistas que acudieron al llamado de Xavi en el tramo final de la temporada. El partido obligó al Barça a reaccionar con personalidad, teniendo en cuenta que llegaron al descanso con una desventaja de dos goles, pero a partir de la segunda mitad hicieron el trabajo para llevarse un triunfo (4-2) que les permite recuperar la segunda plaza de la Liga.
La reacción del Barça
El duelo contra el Valencia tuvo dos caras del Barça. La primera fue la de los errores individuales, encabezados por Ter Stegen y Ronald Araujo, quienes fueron los grandes responsables de los tantos anotados por los rivales. Tampoco estuvieron bien Andreas Christensen o Pau Cubarsí. Muchos fallos acumulados en esa parte inicial del partido, lo que hizo despertar cierta preocupación por la imagen que podría dar el equipo en un punto del curso en el que ya no hay títulos en juego.
Sin embargo, las dudas fueron despejadas rápidamente en la segunda mitad. El factor de la superioridad numérica jugó a favor del FC Barcelona, pero también fue clave las ganas que demostraron los futbolistas de dar vuelta a un marcador que estaba siendo desfavorable. No consiguieron ese premio a través de jugadas asociativas, pero sí lo hicieron con acciones a balón parado que demuestra el esfuerzo en las sesiones de entrenamientos.
El propio Xavi reconoció en rueda de prensa que el Barça "debe mejorar" muchas facetas del juego. Aunque también es válido señalar que la confianza que sienten los jugadores en su gestión del equipo ha permitido que todavía pueda liderar el banquillo azulgrana. No solo desde la línea de los futbolistas más jóvenes, como es el caso de Lamine Yamal o Fermín López --autor de un gol--, sino también en las figuras de mayor experiencia como Robert Lewandowski.
Lewandowski se enchufa
El primer tramo de temporada de Lewandowski fue preocupante. Lejos de estar fino en las posesiones de balón y con la sensación que físicamente estaba empezando a caer. Sin embargo, la insistencia de Xavi en recuperar su mejor versión ha permitido que el delantero polaco vuelva a estar más confiado en los metros. Todavía sin estar en el nivel más óptimo, pero sí sumando cifras que esperan de un goleador de su talla.
Su actuación contra el Valencia es sobresaliente. Activo en el juego de espaldas y letal en las oportunidades a balón parado, tanto con sus dos goles de cabeza como en el golazo anotado en el tiro libre. Un hat-trick significativo para Lewandowski, sobre todo por hacerlo en el primer partido después de confirmarse la continuidad de Xavi en el banquillo culé y también por darse en el momento que confirma que seguirá vistiendo los colores azulgranas por otra temporada.
"Dejar el Barça este verano definitivamente no es posible para mí, no es un tema a discutir. Me siento bien físicamente y a partir de hoy, esto será así durante al menos dos años más. Cuando ya no esté físicamente en un nivel superior, entonces lo pensaré", señaló Lewandowski en la previa contra el Valencia. Fuerte y claro de su deseo de seguir como el artillero de Xavi en el cuadro catalán.