La semana trágica del Barça acaba con la coronación de Xavi

El mes de abril, para bien o para mal, define las temporadas futbolísticas de los aspirantes a los títulos nacionales e internacionales en la élite. En el caso del FC Barcelona, dos partidos marcaron el devenir de la temporada. Ni Liga ni Champions League en cuestión de cinco días. La racha de 13 partidos seguidos sin perder se hizo añicos en 180 minutos. Con ello, la ilusión de millares de culés se tornó rabia, frustración y decepción. De nuevo.

La desgracia volvió a Montjuïc en su máxima expresión para culminar una semana trágica, sorpresivamente, con la coronación de Xavi Hernández. El técnico catalán, muy a pesar del famoso "perder tendrá consecuencias" del presidente, Joan Laporta, ha reconsiderado su decisión y cumplirá su último año de contrato. Y el propio dirigente ha aseverado que "todos los directivos felicitaron a Xavi --por su continuidad-- porque es la mejor decisión, fue por unanimidad". 

Cambio de planes

A pesar de que hasta en 12 ruedas de prensa distintas el técnico catalán aseguró que su decisión de marcharse se mantenía firme, ha bastado con reunirse con los capos del área deportiva, Laporta, Deco, Rafa Yuste y Alejandro Echevarría, para cambiar de opinión. "La confianza del presidente, Deco y los jugadores" han decantado la balanza, según ha reconocido el míster egarense en una multitudinaria conferencia ante los medios.

Xavi y Laporta, en rueda de prensa. EFE

El viraje de los acontecimientos no deja de sorprender, dado el final amargo de temporada y las conclusiones más reduccionistas de un año en blanco. Como ya ocurrió a mediados de marzo, cuando el Barça se midió a Nápoles y Atlético de Madrid con cinco días de diferencia, en menos de una semana volvían a estar en juego las aspiraciones de una temporada entera.

Doble mazazo

Esta vez, salió cruz. El cuadro catalán compitió en Montjuïc contra el PSG pero se derrumbó tras la expulsión de Ronald Araujo. De nuevo, la mala fortuna y las polémicas arbitrales --gol fantasma-- se aliaron con tal de que los pupilos de Xavi se marcharan con las manos vacías del clásico.

Si bien el equipo había evidenciado una mejoría irrefutable, reflejada en los 13 partidos sin perder consecutivamente, volvió a caer en picado a efectos de resultados. Para más inri, el Real Madrid tiene a tiro la consecución de la Liga, con 11 puntos de ventaja sobre el propio Barça, y resistió ante el Manchester City para clasificarse a las semifinales de la Champions en los penaltis.

"Consecuencias con matices"

Xavi manifestó en enero, pocos días después de caer en la final de la Supercopa, que "si no ganamos títulos diré 'hasta aquí hemos llegado'". Lo cierto es que ninguna de las cuatro competiciones en juego a principio de campaña 23-24 ha caído del costado azulgrana.

Xavi y Rafa Yuste salen de la casa de Joan Laporta EFE

El problema insostenible a mediados de curso no fueron los resultados, sino el juego. El Barça ni vencía ni mucho menos convencía. Pero algo cambió tras la derrota contra el Villarreal y el dramático anuncio de la marcha del entrenador a finales de temporada. Los jugadores hicieron piña como nunca antes y, en un ejercicio de pundonor, sacaron a relucir su mejor versión.

Es ahí donde se encuentran las medianías del "perder tendrá consecuencias", como justificó Rafa Yuste tras confirmar la continuidad in extremis de Xavi: "Perder tiene consecuencias..., pero con matices. Estamos mejorando el juego del equipo y generando ilusión con gente joven como Cubarsí, Lamine, Fermín… Para mí, esto da un plus grande y Xavi lo ha conseguido".

Motivos para seguir

El Barça cayó doblemente derrotado en Montjuïc y el Bernabéu, pero con un lavado de cara. El primer equipo ha demostrado que tiene nivel para competir, al contrario del pesimismo que levantaron los resultados adversos meses atrás. Y, lo más importante, tiene mucho futuro. Sin nada que perder, a Xavi no le tembló el pulso con darles minutos a dos menores de edad en etapa juvenil como Lamine Yamal (16 años) y Pau Cubarsí (17 años).

Pau Cubarsí saca el balón en el Barça-Nápoles de Champions League Òscar Gil Barcelona

Ambos se han apoderado de la titularidad. Por detrás, la leyenda barcelonista sigue regando los brotes verdes para un futuro más alentador. Marc Guiu (18) y Héctor Fort (17) son dos productos más de la cosecha madurada en la Masía y prometen dar guerra en temporadas venideras. El estratega nacido en Terrassa le ha devuelto a la Masía su razón de ser como nutriente principal del primer equipo. Ese trabajo ha prevalecido por encima de los resultados a la hora de concederle una nueva oportunidad en los banquillos al legendario excentrocampista.