Dembelé, ‘l’enfant terrible’ que se fue por la puerta de atrás y reventó al Barça
El extremo francés fue el jugador más decisivo en la eliminatoria de los cuartos de final de la Champions entre PSG y Barça
17 abril, 2024 00:57Noticias relacionadas
El fútbol tiene estas cosas. Nunca deja de sorprender. Ousmane Dembelé solo lleva tres goles con su equipo, el París Saint-Germain. Dos de ellos, se los ha metido a su exequipo, el FC Barcelona. El extremo francés ha sido decisivo para Luis Enrique, y ha decantado la eliminatoria de los cuartos de final de la Champions League.
El mosquito fue premiado como el MVP del partido de vuelta en Montjuïc, templo culé durante una temporada en la capital catalana, donde fue recibido con pitos, insultos y comparado con Figo, en la llegada al estadio barcelonista. Pero a Ousmane todo le da igual, como cuando defendía la camiseta del Barça. Ante todo, saca una sonrisa.
La sonrisa del 'mosquito'
Dembelé es un futbolista capaz de lo mejor y lo peor. Durante la eliminatoria de cuartos fue irregular en sus acciones. Pero las que hizo bien pesaron mucho más que las que ejecutó de mala manera. Abrió la lata para el PSG tanto en la ida, en el Parque de los Príncipes, como en la vuelta, para iniciar la remontada de su equipo.
Ousmane salió por la puerta de atrás del club catalán. El Barça pagó por él 105 millones en fijos más 40 en variables. Nunca justificó su precio y se pasó la mitad del tiempo lesionado y, cuando jugó, pocas veces decidió partidos. Xavi intentó que se quedase el año pasado, pero, tras un rebote que solo él conoce, decidió cambiar de aires.
El PSG pagó la cláusula de 50 millones de euros, de los cuales el Barça recibió 36 kilos. El resto se lo llevaron Dembelé y su agente. Casualmente, en la capital francesa, el mosquito no se ha lesionado en lo que va de temporada. Y el precio que pagó Al-Khelaifi se ajusta más a la realidad. El negocio le ha salido redondo.
Odio de la afición culé
Ousmane está feliz en París. Nunca fue un jugador que socializó mucho en el vestuario del Barça. Griezmann le ayudó en esto último. En cambio, no tiene problemas de adaptación en el club parisino. La afición del Barça está decepcionado con él, pero a Dembelé no le importa. Celebró el gol en la ida y dejó ver su sonrisa durante todo el choque de vuelta en Barcelona.
Aún así, al término del encuentro, y tras conocer la derrota del Barça, tuvo algunas palabras de empatía para los culés. "Entiendo los pitos de la afición, es la vida, no pasa nada. Hay pitos en todos los estadios", exclamó el mosquito. "El Barça es un gran equipo, me encanta", sentenció en los micrófonos de la televisión con derechos, aunque admitió que está feliz por el pase a semifinales de su nueva casa, el PSG. Dembelé ha sido l'enfant terrible que se ha cargado al Barça.