El FC Barcelona sabía que la vuelta contra el Paris Saint-Germain sería sufrimiento en su máxima expresión. Pero lo que no esperaba es que fuera a partir de la roja directa que sufrió Ronald Araujo antes de llegar al descanso. La polémica ha arribado en la primera mitad a partir de una acción defensiva del central uruguayo, que no midió correctamente la disputa ante un Bradley Barcola que estuvo a punto de quedar mano a mano con Ter Stegen.
Istvan Kovacs, el árbitro principal del partido, no dudó ni un segundo en sacar la tarjeta roja al charrúa. Consideraba que el hecho de que Barcola era el último hombre ya representaba motivo suficiente para expulsar a Araujo, cuya carga sobre el extremo del PSG no estuvo cerca de ser fuerte, pero sí fue suficiente para impedir su remate al momento de entrar al área.
Ante esa situación tan crítica, Xavi Hernández decidió prescindir de Lamine Yamal --asistencia del gol a Raphinha-- para dar entrada a Iñigo Martínez para convertirse en el compañero de Pau Cubarsí en la zaga central. El entrenador del Barça ha priorizado mantener a Raphinha por su intensidad en la presión y su criterio en los desmarques al espacio.
Araujo, en el foco
Araujo no solo queda expuesto por su falta sobre Barcola, también por el hecho de equivocarse en un despeje previo que permite al PSG armar la jugada que terminó en la mencionada tarjeta roja. Un doble error del central sudamericano que complica por completo la eliminatoria contra el elenco parisino.