Era una noche de alegría para todo el barcelonismo. Hacía cuatro años que el FC Barcelona no alcanzaba los cuartos de final de la Champions League. Joan Laporta lo marcó como un objetivo prioritario al inicio de temporada y Xavi Hernández ha conseguido la misión. El entrenador del primer equipo lo considera una hazaña teniendo en cuenta lo que había sucedido en años anteriores. Aprovechó la eliminación del Nápoles para pasar facturas.
Y no lo hizo refiriéndose al entorno del Barça en general. Xavi no generalizó, apuntó a alguien en particular: Ramon Besa, cronista de El País. El técnico de Terrassa está informado de todo lo que se escribe sobre su figura y el juego del equipo. Cree que se está siendo injusto con él. "Se presiona demasiado a los futbolistas. Hoy parecía un ultimátum. Les he dicho que nadie iba a morir… He leído que éramos el bufón de la Liga de Campeones. Ahora, ¿qué hacemos con el bufón?", declaró el entrenador, indignado.
"Mala baba"
Xavi usó el mismo adjetivo que el articulista aplicó para definir al Barça tras la derrota contra el Shakhtar en fase de grupos. Besa relata en la Cadena SER que hacía referencia a toda la entidad, que acumula derrotas estrepitosas desde hace años ya en Europa, y no sólo al equipo del míster egarense. El entrenador azulgrana, tal y como cuenta el periodista, le escribió después de publicar el artículo afirmando que tenía "mala baba" por emplear el término "bufón".
Xavi está cansado del famoso entorno culé. Es un barcelonista empedernido y sufre más que disfruta en el banquillo. Le molestan las críticas, pese a que la temporada no está siendo buena. Según algunas informaciones, el entrenador catalán tiene fijados a unos periodistas afines a Pep Guardiola que examinan en demasía el juego del Barça. El foco después de la victoria contra el Nápoles cambió por completo. La gran eliminatoria quedó en un segunda plano tras el revuelo que causaron las declaraciones del técnico.
La defensa a Ramon Besa
El míster apuntó en rueda de prensa que no entendía cómo un periodista que decía ser barcelonista podía escribir algo en esta línea. Estas declaraciones han incendiado a los compañeros de oficio, que, como Xavi, también están cansados de los infinitos reproches del entrenador por la labor de los profesionales de la información. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso.
La relación de Xavi con la prensa está muy deteriorada. El responsable del banquillo azulgrana debería haberse aislado a principio de temporada de todas las publicaciones, pero, en cambio, las tiene clavadas en la memoria. La crónica de Ramon Besa data del 7 de noviembre, hace tres meses.
No es la primera
Xavi es la cara visible del equipo. El que atiende a los medios cada tres días. Esta no es la primera vez que se muestra en desacuerdo con el modo de trabajar de los medios de comunicación que siguen el Barça día tras día. El 23 de enero, en una rueda de prensa previa al partido contra el Athletic Club, el egarense afirmó que él no tenía amigos en este mundo: "Yo no os controlo, hablad de lo que queráis. Quizás otra gente sí, pero yo no. Se lo he dicho a los futbolistas: Mirad las hostias que me caen. No tengo amigos en el mundo de la prensa". Estas palabras llegaron después de ser preguntado sobre un posible arrepentimiento al hablar de los árbitros.
Pero, anteriormente, ya había culpado a la prensa, cuando aún no habían pasado tantos meses de competición, por los malos resultados, que usó el Real Madrid para sacar ventaja. El 12 de noviembre el Barça remontó al Alavés (2-1) y estas fueron algunas de las palabras de Xavi posteriormente: "La prensa es muy exagerada y crítica y eso afecta a los jugadores. Les dije a los futbolistas al descanso que no se comían a nadie".
La prensa afecta a los futbolistas
Aquel mismo día Xavi afirmó rotundamente que la prensa afectaba al rendimiento de los futbolistas: "No tengo dudas. Se generan escenarios que no son reales, y afecta. Me pasó a mi como jugador y pasa ahora. Se genera negatividad".
Está claro que los medios de comunicación han afectado a la decisión del entrenador de Terrassa de abandonar el banquillo el 30 de junio. Hace no tanto, en la ida de los octavos de final en Italia, Xavi envió otro de sus dardos: "Esto es el Barça y la exigencia es máxima. Pero estad tranquilos, que algún día me iré". El téncnico blaugrana no ha podido con un entorno que ya conocía.
La etapa de Xavi en el banquillo azulgrana se recordará por volver a ganar títulos y alcanzar unos cuartos de final de Champions League. Pero también por sus enganchones con la prensa del Barça.