El departamento de comunicación del FC Barcelona vela meticulosamente por controlar las intervenciones públicas de cada activo del club dentro de unos límites razonables. Sin embargo, el anuncio de la marcha de Xavi Hernández minutos después de la dolorosa derrota contra el Villarreal cogió a todos desprevenidos. Paralelamente, en Madrid, Rafa Márquez acababa de doblegar al Fuenlabrada (1-2) y recuperaba las posiciones de playoff para el Barça B. El técnico mexicano se percató de la noticia por las preguntas en la rueda de prensa posterior a la victoria.
En un principio, el míster del filial trató de surfear todas las cuestiones al respecto. Los medios le interpelaron tres veces sobre la salida de su homólogo del primer equipo. "Yo seguiré preparándome, obviamente, estoy muy contento con el trabajo que estoy haciendo con los chicos. Es parte del proceso y llegará en su momento si me tiene que tocar", empezó más esquiva la leyenda barcelonista.
Enfado en la directiva
Sin embargo, conforme se sucedían las preguntas sobre la posibilidad de ascender al primer equipo --y de la semana--, Márquez no pudo disimular la ilusión de coger las riendas del equipo azulgrana más pronto que tarde: "Quién no, ¿no? Pero lo más importante es seguir preparándome porque es mi segunda temporada como técnico aquí. Prepararme por si llega ese momento. A una oportunidad así no le puedes decir que no".
En vez de solidarizarse públicamente con su excompañero de vestuario, el entrenador del Barça B se decantó por alimentar un posible escenario de futuro. Y su respuesta provocó la airada reacción de la plana mayor de la entidad. La equivocación de Márquez no gustó entre Joan Laporta ni sus allegados en la cúpula directiva.
Capote de Xavi
Así se lo hicieron saber. El estratega mexicano debe mantener un discurso más comedido en este sentido y no dejarse llevar por sus ambiciones ante la prensa. En el hipotético escenario de que Xavi hiciera las maletas incluso antes de finalizar la temporada, Márquez aguarda en la recámara.
Volviendo al primer equipo, en la previa del duelo contra Osasuna, Xavi le ha echado un capote al del técnico del B: "Rafa es amigo y se pudo sacar de contexto sus palabras. A lo mejor se expresó mal, pero evidentemente se prepara para ser entrenador del Barça algún día. Es lícito y natural. Yo no soy quién tiene que decidir quien será el entrenador".