Xavi Hernández ha dicho basta. El técnico del FC Barcelona quiere dar un golpe de efecto porque el equipo se halla atascado en un túnel sin salida. Un día después de anunciar el bombazo, después de la fulminante derrota contra el Villarreal, el Barça se apresuró en dar voz al presidente Joan Laporta. El máximo dirigente salió a aclarar que la salida del entrenador catalán nacía de la voluntad del míster. Sin embargo, la paciencia ya empezaba a agotarse en el seno de la directiva, en vista del rumbo preocupante en Liga.
Si la situación económica lo permitiese, la plana mayor azulgrana ya habría tomado una decisión más contundente. La eliminatoria de octavos de Champions League contra el Nápoles se aproxima peligrosamente con una dinámica que aventura otro cataclismo europeo. No obstante, la estima de Laporta hacia Xavi como leyenda del Barça ha disuadido al presidente. Jan no quiere que la imagen pública de su amigo quede mancillada por un despido prematuro.
De cara a la galería, los dirigentes han tratado de reforzar la confianza en el técnico. Así lo aseguró Xavi en la rueda de prensa previa al encuentro frente al Villarreal: "El club me sigue transmitiendo total confianza, el presidente está orgulloso, el otro día estaba muy orgulloso, de hecho, y con Deco ya hablamos cosas de la planificación de la temporada que viene".
Renovación corta
Hace tan solo cuatro meses, el míster egarense renovó su contrato hasta junio de 2025, con opción de prorrogarlo un año más. Sabedor de la ciclotimia que se respira en Can Barça, Xavi no quiso precipitarse a pesar de haber alzado el título de Liga y la Supercopa. Probablemente, ya presagiaba que el tiempo en la capital catalana se le podía hacer largo. Un año en el banquillo del Camp Nou equivale a cuatro en cualquier otro club.
De todos modos, la sustancial subida de sueldo a raíz de renovar sus votos impediría al club fulminar al técnico. El curso pasado, el primer entrenador se embolsaba cuatro millones de euros brutos, y su staff se repartía 1,5. Esta campaña, Xavi percibe ocho brutos y el cuerpo técnico, cuatro.
Márquez espera su oportunidad
En caso de empeorar la situación y el míster decidiera hacer las maletas en plena temporada, el FC Barcelona mantiene en la recámara a Rafa Márquez. El técnico mexicano ya se ha ofrecido públicamente, tanto si el adiós de Xavi se adelanta como si todo sigue su curso según lo previsto.
"Quién no querría ser entrenador del Barça. Seguiré preparándome, es apenas mi segunda temporada como técnico. Una oportunidad así no le puedes decir que no", dijo el entrenador del filial azulgrana minutos después de que Xavi comunicara su marcha en junio.