Pasan los meses y los incendios del FC Barcelona no se apagan. Más bien al contrario: los focos siguen aumentando, tanto a nivel deportivo como institucional y económico. No sólo está en el aire el puesto de entrenador, a sabiendas de que Xavi Hernández no continuará más allá del próximo 30 de junio.
También el de varios jugadores que podrían hacer las maletas este verano, especialmente si llegan ofertas atractivas para la entidad blaugrana. En lo que respecta al frente defensivo, son varios los defensores por quienes el FC Barcelona podría recibir dinero. Una lluvia de millones que es importante --y necesaria-- para ayudar a sanear las arcas del club blaugrana.
Araujo y Koundé, los mejor valorados
Ronald Araujo, Jules Koundé, Andreas Christensen, Íñigo Martínez, Éric García, Chadi Riad, Mika Faye y Clément Lenglet son algunos de los futbolistas por quienes el FC Barcelona podría recibir dinero.
Alguno de ellos saldrá traspasado, de eso no hay duda. Por Ronald Araujo, por ejemplo, el Barça tan sólo aceptaría una oferta irrechazable de 100 millones de euros. Puede incluso que le traspasase por algo menos, dado que la operación sería de por sí una palanca necesaria a nivel económico.
Christensen, Koundé, Éric García, Chadi Riad y Lenglet son otros defensores que el Barça tiene en propiedad, y que aceptaría traspasar en caso de que lleguen propuestas acordes a las expectativas. El central danés llegó gratis y podría marcharse por unos 20-30 millones, de igual manera que un Éric García que está tasado en alrededor de 15 millones. Por Koundé deberían pagar entre 60-70 como mínimo, mientras que Chadi y Lenglet ostentan un valor de mercado más bajo.
Pau Cubarsí, el único intocable
Por último, está el caso de Pau Cubarsí. El Barça ha descubierto a un nuevo talento para la zaga, que a sus 17 años recién cumplidos está protagonizando buenas actuaciones con el primer equipo de Xavi. La decisión del club es tajante: no se traspasará, y en su caso sí que es un intocable.
Del resto, cualquiera podría salir del equipo si acaba llegando una oferta lo suficientemente atractiva como para nutrir las arcas culés. No sólo en lo que respecta a la retaguardia, sino también en otras posiciones del campo.