Xavi Hernández no tiene escapatoria. Está entre la espada y la pared, a sabiendas de que la única salida que le queda es ganar, ganar y ganar. También jugar bien, aunque eso queda ahora en un segundo plano. Tras la bochornosa derrota en la final de Supercopa frente al Real Madrid, lo imprescindible es que el equipo vaya enlazando victorias en las próximas semanas. Sea como sea.
En rueda de prensa previa al partido de este jueves contra Unionistas de Salamanca, correspondiente a la ronda de octavos de final de la Copa del Rey, Xavi reflejó la necesidad que tiene el Barça de seguir siendo competitivo. "Jugar bien está muy bien, pero aquí al final me vais a valorar por ganar...", sorprendió.
Con ganas de remontar la situación
"Si sigo estando aquí es porque se han cumplido los objetivos, y además con éxito... Yo creo que hemos sido exitosos, tanto la primera temporada como la segunda", recalcó el técnico egarense. Dejó claro, además, que no quiere ser en ningún momento un problema para el FC Barcelona.
"En el momento en que me digan que soy un problema, ya me he marchado. Yo soy culé. Mientras esté, me seguiré dejando la piel. El día que sientan que no sumo, me voy para casa sin problemas". Recordó, además, que tiene el apoyo de Laporta y un amplio sector de la directiva, después de que el presidente azulgrana visitase el entrenamiento del primer equipo este miércoles, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
Obligado a remar contra viento y marea
"El presidente viene cada dos por tres, siempre está por aquí... Insisto, se ha perdido un título, pero aún tenemos otros tres para pelear por ellos", aclaró. El Barça está obligado a ganar este jueves en tierras salmantinas, y afrontará el partido con un aluvión de ocho bajas en la primera plantilla: seis lesionados y dos jugadores, Lamine Yamal y Ronald Araujo, que se quedan fuera por sanción.
De cara a las próximas fechas, mucho tendrán que mejorar las cosas para que el FC Barcelona aspire seriamente a conquistar títulos esta temporada. La Copa del Rey es uno de ellos, mientras que en Liga se seguirá remando y, en Champions League, se irá paso a paso. El Nápoles será el primer obstáculo de calibre.