Uno de los grandes problemas del FC Barcelona esta campaña está siendo la falta de contundencia en las áreas. Sobre todo en la defensiva, donde el equipo está encajando demasiados goles. Antes del partido contra Osasuna, los de Xavi Hernández habían recibido la friolera de 30 dianas en 26 partidos oficiales. 17 de ellos recibidos por Iñaki Peña, y los otros por Marc-André ter Stegen.
Frente al conjunto rojillo, el combinado culé consiguió rebajar la sangría. 2-0 y billete logrado para la final de Supercopa, si bien es cierto que Iñaki tuvo que intervenir en más de una ocasión, durante la primera mitad, para evitar el gol de Osasuna.
La guardia pretoriana del FC Barcelona
Balde, Christensen, Koundé y Araujo, la línea defensiva que brilló la pasada temporada y significó un auténtico cerrojo para el Barça, consiguió que este jueves el Barça tampoco encajase. Algo que no ha sido posible cuando han estado presentes otros jugadores en defensa, como un Joao Cancelo actualmente lesionado.
Con Koundé de lateral derecho, Christensen-Araujo en el eje y Balde en el carril izquierdo, el Barça gana en consistencia defensiva. Es un hecho probado durante todo el curso pasado, y que volvió a quedar patente en las últimas horas.
¿Qué pasará cuando vuelva Cancelo?
Cuando la guardia pretoriana queda alterada, hay más concesiones para que el rival perfore la portería blaugrana. Frente al Real Madrid en la final de la Supercopa, se prevé que Xavi vuelva a utilizar a la misma línea defensiva.
Y una vez Cancelo esté recuperado de sus problemas físicos, habrá que ver si el portugués tiene protagonismo como lateral, por ambas bandas, o si el entrenador apuesta por situarle en el centro del campo o como extremo. Una serie de cuestiones en las que Xavi deberá meditar seriamente en esta segunda mitad de curso.