Victoria de trámite, pero sufrida, para el FC Barcelona en los dieciseisavos de Copa del Rey. Los de Xavi doblegaron --no sin problemas-- al Barbastro (2-3), a domicilio y a partido único, para acceder a la ronda de octavos. Goles de Fermín López, Raphinha y Lewandowski --de penalti-- en un duelo en que el técnico no quiso arriesgar con el once. Tan sólo Héctor Fort y Fermín eran jugadores del filial. El resto, de la primera plantilla y titulares habituales como Araujo, Koundé, Raphinha, Frenkie, Joao Félix o Ferran. Y pese a ello, el problema en defensa no cesa. Los goles en contra siguen cayendo como panes. Con esta victoria por la mínima, en cualquier caso, ya son tres consecutivas para un Barça que deberá mejorar en la Supercopa de España.
Xavi ya advirtió en rueda de prensa que no se fiaba ni un pelo del Barbastro, uno de los mejores equipos de toda la Segunda RFEF, y lo cierto es que el Barça salió a dominar y atacar desde los primeros minutos. La tripleta ofensiva generó peligro con disparos lejanos de Raphinha y Joao Félix, este último estrellando un balón al palo en el primer cuarto de hora. No tardó en llegar el 0-1, obra de Fermín López.
El centrocampista adelantó al Barça tras una buena acción defensiva de Christensen, pase en profundidad de Oriol Romeu y asistencia de Raphinha desde la banda derecha, con un pase de la muerte que Fermín remató al fondo de las mallas. Tras el primer gol, el Barça siguió atacando sin cesar. Dejó claro en toda la primera mitad que se tomaba en serio el partido, y dispuso de diversos acercamientos en que faltó precisión en el pase final para volver a perforar la portería. Raphinha fue de los jugadores más activos del Barça, intentándolo una y otra vez.
El Barça mereció golear al descanso
Fermín, también muy activo llegando desde segunda línea, protagonizó un remate de cabeza que el guardameta local logró atrapar sin problemas. Muy atentos también Oriol Romeu, Frenkie de Jong y la adelantada defensa culé a la hora de anticiparse. Antes del descanso, el susto lo dieron Fermín y Romeu con un choque de cabezas, en un balón dividido, que por fortuna no fue a mayores.
Primera mitad plácida para un Barça que, sin embargo, se marchó con un marcador corto a los vestuarios. Y no lo hizo por culpa de los árbitros, pues el linier birló por fuera de juego inexistente un golazo de cabeza de Joao Félix. El atacante portugués acabó desquiciado con los colegiados, y no es para menos.
De la sentencia culé a la esperanza local
Ya en la segunda mitad, el Barbastro salió sin miedo y con la voluntad de buscar el gol. Lo que encontró, no obstante, fue una diana en contra. El canterano Héctor Fort se sacó de la chistera un centro con rosca y bote que Raphinha, en carrera desde la banda derecha, remató para duplicar la ventaja del Barça. Gran acción del joven lateral de La Masía, que en una de las jugadas posteriores estuvo a punto de asistir también a Ferran Torres con un centro tenso al que el tiburón no llegó por muy poco.
Pese a que el 0-3 parecía muy cerca, fue el Barbastro el que consiguió reducir distancias. Y lo hizo gracias, en buena medida, a un grave error de Joao Félix. El atacante culé regaló un córner cuando intentaba evitar un saque de banda. No se entendió con Christensen, y en el saque de esquina los locales fueron más agresivos que los culés a la hora de atacar el balón. Iñaki Peña no se atrevió a pelear el balón aéreo, y tras un rebote De Mesa marcó para el Barbastro.
Íñigo y Lewandowski, cara y cruz
El caso es que, con 1-2 en el electrónico, Xavi introdujo a Íñigo Martínez y Vitor Roque por Christensen y Raphinha, con el objetivo de dar oxígeno al equipo. Quien estuvo totalmente ausente fue Joao Félix. Desde que le anularon el gol en la primera mitad, el luso no estuvo fino en los regates ni combinaciones. Lo peor de todo fue la actitud. Se quedó parado en varias ocasiones tras perder el balón, provocando jugadas peligrosas del Barbastro. Xavi vio venir que los locales estaban ganando terreno, y por ese motivo dio entrada a dos primeras espadas: Gundogan y Lewandowski, a cambio de los descafeinados Joao Félix y Oriol Romeu.
Apenas unos minutos después, llegó la peor noticia para el Barça. Nueva lesión, esta vez de un Íñigo Martínez que justo regresaba a los terrenos de juego. Sergi Roberto tuvo que entrar de urgencia por el central vasco, que se marchó visiblemente cabreado y dio un golpe al llegar al banquillo. Habrá que esperar a las pruebas para conocer el alcance de la dolencia, con una enfermería que sigue llenándose.
Sea como sea, el Barbastro apretó hasta el final y al Barça, aunque tuvo la sentencia en las botas de Ferran, le tocó sufrir. Por fortuna, mantuvo el resultado en un partido agridulce. Y lo amplió, en los minutos finales, con un gol de penalti de Lewandowski tras unas manos claras de un defensor local en el interior del área. A continuación, en el tiempo de descuento, el Barbastro volvió a reducir distancias tras un penalti infantil de Fermín López. Pese al 2-3 y los tres triunfos seguidos, a los blaugrana les tocará mejorar en las semifinales de la Supercopa contra Osasuna. Especialmente en el apartado defensivo, donde sigue habiendo un grave problema.