Xavi Hernández suele hacer referencia en algunas ruedas de prensa que el punto de inflexión en la anterior temporada fue la conquista de la Supercopa de España contra el Real Madrid. No solo fue un triunfo que dio alas al equipo azulgrana en la Liga, sino que representó la confirmación del sistema de cuatro centrocampistas o el famoso cuadrado que menciona el propio entrenador. Un esquema que permitió al Barça ser más fiable como bloque en gran parte de la 2022-23, después de los tropiezos del primer semestre.
Como era de esperarse, en especial por la ausencia de una mayor variedad de extremos en la plantilla, Xavi ha vuelto a apostar por el cuadrado en la mitad de cancha para la actual temporada. En el anterior curso estaba compuesto por Sergio Busquets, Frenkie de Jong, Pedri y Gavi; mientras que en la 2023-24 tiene las variantes de Ilkay Gundogan y Joao Félix --lesión de Gavi--.
Tras completar el primer semestre de la Liga, las sensaciones no son del todo favorables con respecto a la continuidad de dicho sistema. El FC Barcelona ha dejado de ser sólido sin balón y el engranaje colectivo tampoco se está beneficiando de esa presencia de varios futbolistas en la zona interna del campo, por lo que muchos barcelonistas se están preguntando por la viabilidad de ese esquema en lo que queda de temporada. Aunque el entrenador egarense parece que va a seguir en esa misma línea.
¿Qué está fallando en el cuadrado?
La presencia de jugadores con tan buen toque de balón como Pedri, Gundogan o Frenkie invita a considerar que en la mitad de cancha debería darse un funcionamiento mucho más óptimo en campo rival. Y en algunos ratos sí que se ha visto al equipo fluir en jugadas ofensivas, pero no tanto como lo espera la afición. También se está viendo a un equipoque sufre demasiado cuando no tiene el esférico, lo que contrasta demasiado con la 2022-23.
En este sentido, el primer fallo que se detecta es la falta de un perfil que pueda ordenar mejor a los demás futbolistas. Es cierto que Sergio Busquets, por una cuestión de edad, ya no estaba resultando en un perfil competitivo para el Barça. No obstante, su ausencia ha dejado claro que el elenco culé está sufriendo mucho para distribuir de mejor manera en campo rival y también en la salida de balón, cuando los rivales se atreven a presionar alto. Por esa razón, Deco está trabajando en un fichaje que pueda llenar ese vacío que tampoco ha podido ocupar Oriol Romeu.
Tampoco hay que pasar por alto que el cuadrado está dejando dudas por el posicionamiento del FC Barcelona. El equipo se separa con mucha facilidad, siendo toda una invitación para que los rivales puedan correr con facilidad hasta el arco azulgrana. Esto sucede en parte porque la presión ya no es tan efectiva como en la pasada temporada, dejando a los medios y a la defensa prácticamente a merced de lo que hagan los atacantes contrarios.
¿Un fichaje puede ser la solución?
Xavi está teniendo problemas para encontrar desde la pizarra una solución que permita ver a un bloque más sólido en el Barça, por lo que un fichaje puede ser la solución ideal en el corto plazo. En la dirección deportiva tienen claro que ese perfil debe ser un centrocampista que permita cubrir la primera línea de la medular, lo que podría ayudar de forma inmediata en lo que resta de la temporada.
La intención del entrenador del FC Barcelona es seguir apostando por el cuadrado en la mitad de cancha, teniendo en cuenta que cuenta con más alternativas para jugar con ese sistema. La expectativa es que ya sea por una mejoría individual de algunos jugadores de la plantilla o un nuevo fichaje, el Barça pueda recuperar esa solidez que transmitió en la 2022-23 con la presencia de los cuatro centrocampistas.