La montaña mágica volvió a brillar gracias al fuego de dos pirómanos portugueses. Y no eran aficionados del Porto. Joao Cancelo y Joao Félix, por este orden, también conocidos como los Joaos o los hombres de Jorge Mendes, se encargaron de calentar una montaña que cada vez estaba un poco más fría con la llegada del invierno y el mal juego. Sin embargo, tras unos partidos decepcionantes del Barça, la afición de Montjuïc volvió a rugir con 43.533 espectadores presentes para acompañar a un equipo necesitado que empezó a dar síntomas de recuperación.
No hubo marea azul. Al menos, no de la intensidad que se había deslizado en las horas previas al encuentro, en que se temía una invasión lusa del Estadi Olímpic, como ocurrió contra el Eintracht de Frankfurt. Los Mossos d'Esquadra organizaron un dispositivo extraordinario para controlar el acceso de la afición visitante al recinto. Acordonaron el acceso lateral y, según confirmaron fuentes de Mossos a este medio, fue todo muy tranquilo. No hubo disturbios, tan solo los primeros 30 en llegar armaron alboroto, y a 15 minutos del arranque de partido no habían llenado la grada visitante, unas 2.500 localidades. Sin embargo, sí que se podían detectar muchos grupos de portugueses repartidos por el estadio y mezclados con la hinchada culé.
La noche de los portugeses
Mucho más animados estuvieron los aficionados del Barça. Tanto en los exteriores, reunidos en uno de los parques de Montjuïc próximos a las piscinas Picornell y la Anilla Olímpica, cantando, con bengalas y petardos, como en los interiores del recinto. La Grada d'Animació mantiene la garra y el espíritu festivo que necesitaba este Barça alicaído. A raíz del gol de Cancelo, la afición llevó al equipo en volandas.
La victoria contra el Oporto era vital para asegurar el pase a los octavos de final de la Champions League después de dos años fuera. Solo queda confirmar la primera plaza del grupo H, que está prácticamente sellada con los 12 de 15 puntos posibles que suman los azulgranas. El Porto, con average en contra, y el Shakthar, con diferencial directo empatado pero una diferencia global de -7 goles con respecto al Barça, tienen nueve puntos y se la juegan entre ellos en el último partido. A los azulgranas les basta un empate para asegurar el primer puesto pero, incluso en la derrota, lo normal sería que los de Xavi pudiesen mantener el liderato sin problemas.
Clasificados y primeros virtuales de grupo
Lo importante era ganar al Oporto. Y no era fácil teniendo en cuenta las dudas suscitadas por los azulgranas en los últimos partidos. Hizo falta que un portugués formado en la casa rival, el Benfica, se vistiese de súper héroe para cuajar un partido delicioso que desmontó por todos los lados al gran enemigo luso.
Ese fue Joao Cancelo, autor del primer tanto del Barça, que igualaba un partido que se había puesto muy feo para los culés. Los pupilos de Xavi volvieron a saltar al césped dubitativos, faltos de confianza y con serios problemas para superar la presión rival. A la media hora encajaban el gol de Pepê. Dos minutos después, Cancelo, situado de falso extremo izquierdo, se marcaba un jugadón espectacular que desmontaba la muralla lusa.
Joao Félix también sobresale
No se detuvo ahí el lateral luso, muy incisivo todo el tiempo. Fue el mejor jugador del partido, generador de ocasiones constantes, y en el segundo tiempo regaló a su compañero Joao Félix, también formado en el Benfica, el gol de la victoria. El crack cedido del Atlético de Madrid no marcaba desde el 19 de septiembre y a día de hoy todavía acumula más remates al palo (5) que goles (4).
La conexión lusa volvió a funcionar a la perfección, como ocurrió contra Betis o Amberes, y salvó los muebles de un Barça que se podría haber complicado mucho la vida. De hecho, en el tiempo de prolongación, Iñaki Peña tuvo que abortar una ocasión clara del Oporto. Y salvó unas cuantas.
Aspectos a mejorar
El Barça todavía necesita mejorar en salida de balón, en confianza, en triangulaciones, en manejar los tempos del partido, en recuperación a la retaguardia... son muchas asignaturas pendientes, pero la mejor manera de recuperarlas es desde un estado de ánimo optimista, confiado y ganador. Esta victoria devolverá mucha confianza a un conjunto que se juega buena parte de sus opciones en Liga durante los dos próximos partidos, contra el Atlético y contra el Girona. Por suerte, hoy es día para celebrar que dos años después, el Barça ha vuelto a los octavos de la Champions League en la noche de los portugueses.