Los dos Joaos, Cancelo y Félix, rescataron al Barça en la Champions. Los dos futbolistas, representados por Jorge Mendes y avalados por Deco, aliviaron los problemas de Xavi Hernández, blanco del malestar de los barcelonistas. En un partido intenso y sin pausa, el equipo azulgrana derrotó al Oporto y certificó su clasificación para los octavos de final de la máxima competición europea. Tres años después, el Barça vuelve a estar entre los 16 mejores equipos de Europa, pero todavía está lejos de ser un claro aspirante al título.
Xavi agitó el equipo ante el Oporto. Prescindió de Balde, Oriol Romeu y Lamine Yamal, y colocó a Cancelo en la banda izquierda. También se encomendó a Raphinha, un futbolista del que se espera mucho más, intenso en defensa y atrevido en ataque.
Problemas con la presión portuguesa
El Barça encaró el partido con la mejor actitud, pero con poco fútbol, sufridor ante la presión adelantada del Oporto, con el exmadridista Pepe liderando la retaguardia blanquiazul. Le costó leer el partido al grupo azulgrana, incapaz de juntar las líneas y de castigar la avanzada defensa rival.
El Oporto, cada vez más seguro, se estiró para dañar a Iñaki Peña, y suerte tuvo el Barça de que Taremi se avanzó demasiado antes de batir al meta azulgrana. Poco después, Galeno probó fortuna con un potente remate cruzado que frustró Iñaki. También despejó otro remate de Galeno, culminado, ahora sí, por Pepe ante la pasividad de Frenkie de Jong.
El gol de Cancelo
La afición del Barça se temió lo peor. El equipo estaba contra las cuerdas, pero espantó sus fantasmas tras recoger Cancelo un pase largo de Pedri para inventarse un gol que nadie esperaba. La defensa blanquiazul le dejó muchos metros y el lateral azulgrana sorprendió a Diogo Costa.
El Barça cambió su estado de ánimo. De la depresión pasó al convencimiento, pero Joao Félix se hartó de balón tras una gran acción individual de Raphinha. Rotos los corsés, los dos equipos buscaron un segundo golpe, pero a los barcelonistas les faltó puntería y a los portugueses les sobró Iñaki Peña.
Cancelo y Félix
El segundo acto comenzó con un Barça más atrevido y un remate de Joao Félix al poste, el quinto del curso actual. Muy activo estuvo el delantero portugués, que formó una buena sociedad con el otro Joao, y ambos dibujaron el segundo gol barcelonista en Montjuïc. Por la banda izquierda, más liberado defensivamente, Cancelo destapó sus mejores esencias.
El Barça ya no es un equipo autoritario como antes, pero el duelo contra el Oporto fue una delicia para los espectadores, movido y emocionante, con ocasiones para los dos contendientes. Y, sobre todo, con un final feliz para los barcelonistas, que ya tocaba tras dos años horribles.