Intensidad, inspiración y ganas. El FC Barcelona, aunque volvió a tener lagunas defensivas contra el Oporto, mejoró la imagen de los últimos partidos este martes en Montjuïc. Especialmente en el plano ofensivo, donde encontró una fluidez que le estaba faltando y consiguió asediar la portería del conjunto portugués.
Mérito especial para los de Xavi Hernández, puesto que se vieron obligados a remontar de nuevo un marcador adverso. Sus 20 remates a lo largo de los noventa minutos dejan clara la peligrosidad de los Lewandowski, Raphinha, Joao Félix y Joao Cancelo, a pesar de que el primero de todos estuvo algo desaparecido.
Fueron 12 las oportunidades del Oporto, la mayoría durante el primer tiempo, prueba de que el equipo de Conceiçao también dispuso de ocasiones claras para hacer daño a los blaugrana y poner patas arriba el grupo.
Otra versión en el segundo tiempo
Tras el paso por los vestuarios, al medio tiempo, el FC Barcelona salió como un vendaval y Joao Félix, desatado. Un trallazo suyo se estrelló con violencia en el larguero y, poco después, una combinación con Cancelo ponía el segundo en el electrónico. El centro del lateral lo remató de manera exquisita su compatriota a la red.
Los Joaos acudieron al rescate. El Barcelona mejoró tras el segundo gol, dispuso de más posesión de balón y arriesgó menos. Había demasiado en juego. El choque entró en un letargo, con Raphinha y Cancelo buscando la sentencia, pero no llegó.
Crece el optimismo en el Barça
El Barça, en definitiva, está en octavos de final después de ganar la primera de las finales inmediatas que tiene en el calendario. Si consigue hacer lo propio en los próximos días contra Atlético y Girona, habrá recuperado la tercera posición en Liga y volverá a estar reenganchado a la lucha por el título doméstico. Y la crisis que amenazaba a Xavi en el banquillo, se habrá desactivado por completo.