Xavi Hernández es un enfermo del fútbol. Un técnico obsesivo y perfeccionista. El martes, contra el Oporto, blindó su defensa con tres centrales y situó a Joao Cancelo en la banda izquierda, en detrimento de un Balde más apagado en el curso actual. Su apuesta tuvo premio, pero sorprende, y desespera, que colocara a Araujo en la banda derecha y mantuviera a Koundé, muy fallón en el pase, en el centro.
Koundé fue una petición expresa de Xavi para reforzar la defensa del Barça, la pasada temporada. El rendimiento del futbolista francés fue satisfactorio. Jugó muchos partidos por la derecha, una demarcación que no le gusta. Por dicho motivo se quejó al técnico de Terrassa.
Xavi tomó nota y en la temporada actual fichó a Cancelo. El portugués fue contratado como lateral derecho. Es un jugador con mucha proyección ofensiva, pero blando en defensa. Y el Barça ha encajado goles con demasiada facilidad.
Tres centrales
Tocado por los últimos resultados, Xavi rescató otra vez la idea de jugar con tres centrales y un lateral muy ofensivo por la banda izquierda. Y el elegido para jugar en el perfil derecho fue Araujo.
Araujo, el líder de la defensa, es solvente como central. Como lateral, en cambio, sufre mucho. Tiene menos argumentos ofensivos que Koundé. La apuesta puede ser buena para desactivar a Vinicius, pero no en partidos donde debe aportar en ataque.
Koundé se mueve mejor que Araujo por la banda derecha. En el penúltimo partido de Liga, Lewandowski marcó un gran gol de cabeza tras un buen centro del futbolista francés. Xavi debería tomar nota y rectificar. El Barça necesita normalidad, no inventos con gaseosa por el capricho de un futbolista.