Las retransmisiones en directo de un partido no siempre lo abarcan todo. En el Rayo Vallecano-Barça, las cámaras no han podido captar una agresión de Florian Lejeune sobre Robert Lewandowski. El árbitro Munuera Montero ha pasado por alto la acción, y el VAR tampoco ha intervenido. Pero habría significado un primer penalti a favor del FC Barcelona, de haberse percatado de la infracción dentro del área.
El balón ni siquiera estaba en juego, pero el ariete polaco acostumbra a mantener luchas cuerpo a cuerpo en cada partido. Los defensas rivales se ingenian todas las artimañas posibles para frenar a Lewy, Pichichi de la temporada pasada con 23 goles. Un hueso duro de roer como Lejeune se ha convertido en la pareja de baile del 9 barcelonista.
No lo ha podido frenar en el gol del empate, pues la referencia ofensiva del Barça se ha anticipado en el área pequeña para rematar un centro de Alejandro Balde. Curiosamente, el defensor franjirrojo ha impactado con el balón y lo ha introducido en su propia portería.
Llave de judo
En medio de uno de los enésimos forcejeos que han mantenido el delantero y el central en Vallecas, Lejeune se ha excedido con un agarrón del cuello al estilo llave de judo. No tenía opción de disputar el balón, lejos de la zona de acción sobre el campo, por lo que se considera agresión.
Pero el colegiado ni le ha mostrado la cartulina roja ni tampoco ha visto la acción antirreglamentaria que habría dejado al Rayo con un hombre menos.