Para abandonar una crisis, lo primero es reconocerla. Xavi Hernández y sus jugadores son conscientes de que, desde la derrota en el clásico, el FC Barcelona ha jugado dos de los peores partidos de los últimos años. Frente a la Real Sociedad hubo milagro in extremis, pero en Champions League el Shakhtar Donetsk sacó a relucir las vergüenzas. Han sido días de análisis en la Ciutat Esportiva, y Xavi ya sabe algunas de las teclas que deberá tocar para mejorar el juego azulgrana en las próximas citas.
De cara al partido de este domingo ante el Deportivo Alavés (16.15 horas), el último antes del parón FIFA de noviembre, el Barça deberá agilizar un aspecto clave: la salida de balón y salida de presión desde atrás. A la hora de construir, el tándem Araujo-Romeu no ha funcionado por sus limitaciones técnicas y lentitud de movimientos. Se prevé que, ajustando esa salida, el Barça gane fluidez a través de otros jugadores como Koundé, Christensen, Gavi y Gundogan.
Presión y vigilancias en los costados
Otro factor importante será el de no descuidar la presión en el área rival, dado que en las últimas semanas ha bajado la intensidad. Eso ha dado más facilidades a los rivales para montar contragolpes, y también en determinadas ocasiones para acumular posesiones y encerrar al equipo culé en los aledaños del área de Ter Stegen.
En este sentido, para mejorar en la presión y evitar contragolpes también será clave encontrar un mayor equilibrio entre los laterales, incrementando el nivel de las vigilancias defensivas. Hay que cubrir la espalda a los compañeros Joao Cancelo y Alejandro Balde, dos puñales que atacan constantemente. Si uno sube, el otro deberá guardar la posición y al revés. Que suban los dos a la vez es demasiado arriesgado.
Fluidez en las triangulaciones
En cuarto lugar, está el asunto de las triangulaciones. El Barça ha desarrollado un sistema en que los jugadores se colocan de forma que se generan pequeños triángulos, donde normalmente el jugador con balón dispone de tres posibles líneas de pase. La idea es que siempre haya, al menos, un hombre libre... Esto algo que no se está cumpliendo en los últimos partidos. Falta movilidad y mejor posicionamiento, cosa que deberá trabajarse para mejorar la fluidez en las combinaciones.
Mejorar la pólvora en ataque
Por último, está la cuestión de la paciencia en los ataques. Hay que frenar la precipitación de algunos futbolistas y buscar la mejor opción. El FC Barcelona ha marcado dos goles en los tres últimos partidos, cifras impropias para el conjunto blaugrana... y con las que no se va a ninguna parte.
Es necesario aprender a leer mejor los partidos, a controlar el ritmo del juego y, sobre todo, generar espacios que permitan ser ocupados por los compañeros. El Barça necesita recuperar la pólvora y la confianza de cara a portería. Si lo conseguirá o no, ya es otra historia. Contra el Alavés llega la primera prueba de fuego.