El FC Barcelona está viviendo su primera crisis de la temporada. No solo por la derrota contra el Shakhtar Donetsk en la Champions League, sino también por el bajo nivel del colectivo. Se trata de una situación que ha causado preocupación en el barcelonismo y en la propia plantilla culé, por lo que los jugadores han decidido tomar el toro por los cuernos y encontrarse en una cena sin la presencia de Xavi Hernández y su cuerpo técnico.
De acuerdo con la información proporcionada por el diario Sport, la totalidad de la plantilla del Barça fue a cenar el pasado miércoles en la zona alta de Barcelona para analizar la situación deportiva del equipo y también la dinámica interna del vestuario. La citada fuente detalla que el encuentro fue organizado por el grupo de capitanes: Ter Stegen, Sergi Roberto, Frenkie de Jong y Ronald Araujo.
En ese encuentro se debatieron los diferentes problemas que han afectado a la dinámica del equipo en términos deportivos, teniendo en cuenta el bajón considerable en el juego desde hace algunas semanas. Cada uno de esos puntos también fueron abordados en una reunión celebrada con el cuerpo técnico de Xavi Hernández en el entrenamiento que se celebró este viernes en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, por lo que la intención es que todas las partes puedan remar en la misma dirección.
La prueba de fuego
El objetivo del FC Barcelona es dar un vuelco a la situación actual antes de que se complique mucho más la temporada. El conjunto se mantiene en la tercera plaza de la Liga con 27 puntos (a cuatro del líder, el Girona), mientras que en la Champions League todavía dependen de sí mismos para clasificar a los octavos de final. Pero no quieren confiarse ante lo que supone un tramo bastante complicado en el calendario.
Antes del parón de selecciones, el equipo se debe enfrentar al Deportivo Alavés, pero al regresar se darán una serie de compromisos que pueden fortalecer o debilitar el proyecto de Xavi Hernández. Hay que recordar que en el tramo final de noviembre y en diciembre se deben enfrentar al Oporto, Atlético de Madrid, Girona y Valencia. Rivales que van a exigir al Barça estar en las mejores condiciones posibles.