El equipo de scouting del FC Barcelona monitorea a decenas de futuras estrellas por todo el mundo. En Sudamérica, el Barça ha tejido sus redes para fichar a las promesas más talentosas. El último ejemplo es el fichaje de Vitor Roque por 30 millones de euros fijos más 31 en variables. Pero hay más. El club azulgrana mantiene en el radar a Matías Segovia, centrocampista y extremo del Botafogo brasileño.
El jugador paraguayo, de 20 años, juega y destaca desde abril en el líder de la Serie A. Con el rol de suplente, la figura de Segovia ha emergido como jugador de refresco en 12 partidos, en los que ha servido una asistencia. En Brasil ya lo conocen como Segovinha.
Fuerte interés
Los ojeadores barcelonistas siguen a Mati desde tiempo atrás. Concretamente, durante su etapa en Guaraní, en 2019, brilló en el Mundial sub-17 de Brasil con el combinado de Paraguay. Consiguió alcanzar la ronda de cuartos de final después de apear a la Argentina de Enzo Fernández en los octavos.
Sin embargo, el presidente del Botafogo, Durcesio Mello, mantiene relaciones empresariales con el Olympique de Lyon y el Crystal Palace, clubes que están atentos a la progresión de la promesa paraguaya. Su cotización ya ha aumentado hasta los 3,5 millones de euros.
Único 'pero'
Mati explota su talento una gran pierna zurda. Con esto, el Barça también presta atención al crecimiento del futbolista en términos literales. Y es que mide 163 centímetros y pesa escasos 54 kilos.
Por lo tanto, todavía debe dar el estirón definitivo que lo habilite para jugar en la élite europea. A su favor juegan sus virtudes con el balón en los pies. El físico no siempre resulta un impedimento para destacar. Y si no, que se lo digan a Pedri, Andrés Iniesta y otras tantas estrellas azulgranas que marcaban las diferencias contra rivales de mayor envergadura física.