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Ilkay Gundogan se convierte en jugador del FC Barcelona a sus 32 años de edad. Su carrera, repleta de éxitos en lo deportivo, no ha estado exenta de dificultades, muchas de ellas ajenas al fútbol, a las cuales se ha repuesto gracias a exhibir una gran fortaleza mental en los momentos más duros. 

Nacido en Gelsenkirchen (Alemania) el 24 de octubre de 1990, Gundogan edificó su identidad entre dos mundos: alemán de origen turco. Esta condición le hizo crecer constantemente cuestionado por el entorno en el que se ha movido. "Dicen que no soy del todo alemán y también dicen que no soy completamente turco. Entonces, ¿qué soy?", llegó a manifestar Gundo.

Gundogan posa con la camiseta del Barça

Su infancia en Alemania

Sus padres, Ifran y Ayten Gungogan, dos camioneros turcos, tuvieron que emigrar a Alemania por la insistencia de su abuelo, que debía volar al país germano para trabajar como minero. Pese al escepticismo de la gente que el nuevo centrocampista azulgrana ha experimentado durante toda su vida por su rasgo identitario, Gündogan tuvo una infancia feliz. Creció en un barrio de inmigrantes convertido en una fábrica de talentos, de donde también salieron Mesut Özil y Leroy Sané.

Sus padres, Ifran y Ayten Gundogan estuvieron siempre muy encima del joven Ilkay, quien tuvo que madurar de manera prematura. A sus 17 años, se fue a vivir a 500 kilómetros de su hogar tras fichar por el Nuremberg, procedente del Bochum. Un momento clave en su vida, donde maduró a pasos agigantados tras separarse de su familia. 

Soledad y racismo

Desde entonces, su trayectoria futbolística se puede catalogar de éxito rotundo. No obstante, el éxtasis que se vive sobre el terreno de juego durante 90 minutos choca fuertemente con la solitaria sensación que los jugadores experimentan al llegar a su hogar "Para ser honesto, he sentido una sensación de soledad durante toda mi carrera. Ha sido así desde que me fui de casa cuando tenía 18 años. Creo que es un sentimiento inevitable para los futbolistas", llegó a confesar Gundo. 

Gundogan y Busquets luchan por el control del balón en el España Alemania del Mundial de Qatar / EFE

El racismo es otra de las complicaciones que Gundogan ha debido sobrellevar durante años. Por ejemplo, tras fichar por el Borussia Dortmund, el futbolista tuvo que soportar comentarios sobre su supuesta delicada situación económica por el origen de su apellido cuando quería comprar una casa.

"Nunca olvidaré lo que pasó. Estaba buscando un apartamento en la ciudad y escuché a estas personas hablando de mí. '¿Has oído su nombre? Gundogan. Eso es otomano. ¿De verdad crees que puede permitírselo?' Cuando una les dije que era futbolista, su tono cambió por completo, relató el futbolista. 

Años más tarde, también le toco sufrir racismo en la disciplina de la selección alemana. Gundogan fue víctima de insultos racistas por parte de sus propios aficionados tras circular por las redes una foto junto a Özil y Erdogan, presidente de Turquía"Quiero ser muy claro. Hay personas que han usado las fotos para sus propios fines políticos. En ese contexto, el límite del racismo se ha cruzado parcialmente."

Ilkay Gundogan, durante un partido del Mundial de Qatar / EFE

Un punto de inflexión con las lesiones

Pero sin duda, uno de los momentos más duros de la carrera de Gundogan estalló un 14 de agosto de 2013, en un partido amistoso en que el combinado de Joachim Löw no pasó del empate ante Paraguay. Desgraciadamente, esa no fue la noticia que abrió los telediarios del país de la cerveza.

Minutos después de anotar un gol, Gundogan sufrió una lesión en la espalda que provocó la inflamación de un nervio de la columna vertebral. Su futuro como futbolista fue una incógnita durante un tiempo. 422 días después, Ilkay Gundogan renació como futbolista. Y no solo eso, su mejor nivel aún estaba por llegar.

Recién fichado por el Manchester City, en 2016, el centrocampista sufrió otro revés en forma de lesión. Una rotura en el ligamento cruzado de la rodilla derecha lo apartó otros 241 días de los terrenos de juego. ¿Qué hizo Gundo? La duda ofende, se repuso y se convirtió en una leyenda de los sky blues.

Ilkay Gundogan, durante la celebración del triplete del City en Manchester Adam Vaughan EFE

El resto es historia, Gundogan es una leyenda del club de Manchester, donde ha conseguido la primera Champions y el primer triplete de la historia del club como capitán. Ahora, se encuentra a las puertas de cumplir uno de los mayores sueños de su vida, vestir la camiseta del FC Barcelona

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