Joan Laporta y Florentino Pérez, junto a Bernd Reichart, CEO de A22 Sport

Joan Laporta y Florentino Pérez, junto a Bernd Reichart, CEO de A22 Sport REDES

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Florentino inmoviliza a Laporta: la mano ganadora del Real Madrid para frenar el boicot del Barça a la Superliga

El presidente merengue no cesa en su propósito de tumbar la Champions League y dar comienzo a una nueva competición junto a A22 Sports y, aunque el mandamás azulgrana pretende distanciarse de dicho proyecto, 'Floren' atesora un as bajo la manga para frenar las intenciones del club culé

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El Barça y el Real Madrid conforman la rivalidad más grande de la historia de los deportes. No existe otro choque de ideologías, sensaciones y culturas más gigantescamente mediático que su antagonismo. Es una realidad irrefutable. Sin embargo, ambas instituciones no viven situaciones idénticas. Ahora mismo, el FC Barcelona pasa por un bache económico muy importante y depende de los favores institucionales de los organismos reguladores. En cambio, el Real Madrid goza de una libertad corporativa tremenda, que le permite mirar cara a cara a la UEFA y la Liga y enfrascarse en largas luchas de poder de tú a tú. Es por ello que Florentino no cesa en su lucha de sacar adelante la Superliga y tiene un as en la manga para frenar el abandono culé.

Dependencia de la UEFA

Todo apunta a que el FC Barcelona tiene pie y medio dentro de la ECA (European Clubs Association). La decisión de Laporta de entrar en el organismo presidido por Al-Khelaïfi no pasa por otro motivo que acercarse a la UEFA. Jan quiere tender puentes con Ceferin, algo muy necesario para la gestión de la finalización de las obras del Camp Nou y, sobre todo, en vista a la posible multa por Fair Play que podría recibir el Barça. De este modo, la entrada a la ECA del Barça es clave y muy importante para el mandamás culé.

Laporta, Ceferin y Al-Khelaifi

Laporta, Ceferin y Al-Khelaifi Redes

Florentino Pérez, aplaudido en la asamblea general ordinaria 2025 del Real Madrid

Florentino Pérez, aplaudido en la asamblea general ordinaria 2025 del Real Madrid EFE

Mientras dicho vaivén político sucede en la Ciudad Condal, en Valdebebas también se gesta un movimiento muy relevante. En octubre de 2025, la Audiencia Provincial de Madrid desestimó los recursos de apelación interpuestos por la UEFA, LaLiga y la RFEF en contra de lo que dictaminó el juzgado de lo mercantil número 17 de Madrid en 2021.

Florentino gana fuera del campo

Dicho organismo confirmó que tanto la UEFA como la FIFA incurrieron en abuso de posición dominante al imponer normas de autorización previa que restringen la libre competencia entre la Superliga y la Champions League. Es decir, se le da la razón a A22 Sports y al Real Madrid y Ceferin recibió un 'varapalo' tremendo.

Joan Laporta y Florentino Pérez, junto a Bernd Reichart, CEO de A22 Sport

Joan Laporta y Florentino Pérez, junto a Bernd Reichart, CEO de A22 Sport EFE

La resolución abrió la puerta para que ambas entidades afectadas lanzaran una demanda multimillonaria en contra de la UEFA y Florentino no decepcionó. Este lunes, saltó la noticia de que tanto A22 como Real Madrid ya han denunciado al ente que preside Aleksander Ceferin por daños y perjuicios. Según informó el Diario AS, juntando las dos demandas, la UEFA debería asumir 4.500 millones de euros.

Dos sucesos... ¿positivos?

¿Qué pasa? Que el FC Barcelona, como miembro de la Superliga --aún no se han desdicho oficialmente de la competición-- podría sumarse a la reclamación legal que plantea el Real Madrid. Si la resolución resulta positiva, Laporta sacaría una inyección económica tremenda en momentos de extrema necesidad.

Joan Laporta, en el Camp Nou, durante el Barça-Athletic Club

Joan Laporta, en el Camp Nou, durante el Barça-Athletic Club EFE

De este modo, Jan se enfrenta a dos escenarios a priori muy bonitos en el horizonte. Primero, entrar a la ECA para acercarse a Ceferin y, segundo, sacar rédito financiero de la demanda por la Superliga. Sin embargo, una realidad en la que sucedan las dos disyuntivas a la vez es imposible.

La cláusula D.5

Según ha podido saber Culemanía, los clubes que están dentro de la ECA no pueden empezar un proceso judicial en contra de la UEFA. Los documentos estatutarios de la propia entidad dirigida por Al-Khelaïfi lo demuestran, en concreto, la cláusula D.5.

"Para asegurar que sus clubes miembros retiren su apoyo y dejen de ser parte en cualquier procedimiento legal existente, y que no apoyen ni participen ellos mismos en ningún procedimiento legal existente contra la UEFA y/o cualquier otra Asociación Nacional Europea (esto último no se refiere a relaciones puramente domésticas entre Asociaciones Nacionales y sus clubes) iniciado por ellos mismos o por cualquier asociación o agrupación mencionada en el Artículo D.4 anterior".

La cláusula D.5 de los estatutos de la ECA

La cláusula D.5 de los estatutos de la ECA ECA

La traducción aplicable y real a dicho escrito es muy simple: si el Barça quiere sacar rédito económico y sumar a la demanda de 4.500 millones impuesta por el Real Madrid, no podrá entrar en la ECA. Por lo contrario, si ingresa a la ECA, no podrá formar parte de la denuncia.

Una historia muy larga

De este modo, a Laporta se le abren dos caminos y todo apunta a que tomará la decisión de unirse al organismo presidido por Al-Khelaifi. Sin embargo, Florentino tiene algo que decir y A22 Sports también. ¿Cuál es el porqué de que el FC Barcelona no se haya pronunciado de una vez por todas en dicho asunto? Existen muchas posibles razones, pero una de ellas destaca más que cualquier otra.

Joan Laporta, presidente del Barça

Joan Laporta, presidente del Barça Archivo Europa Press Barcelona

Jan podría estar a la espera de ver qué sucede con la demanda impuesta por el Real Madrid, algo que informaciones que ha podido captar Culemanía, puede ser muy probable. Desde A22 aseguran que aún tiene contacto constante con todos los equipos fundadores de la competición, pero que muchos de ellos no lo quieren hacer público por miedo a la reacción de la UEFA. No confirman nada concreto del Barça, pero se intuye. Eso significa que al culebrón aún le quedan muchos capítulos, algo normal teniendo en cuenta que el premio son 4.500 millones de euros.