El presidente del Barça, Joan Laporta, en la reunión ordinaria del senado EFE
Estas son las cuentas del Barça para inscribir a Joan García y fichar a un extremo izquierdo
El conjunto azulgrana tiene que mover varios hilos y cuadrar cuentas para completar como desea el mercado de fichajes
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Desde que Joan Laporta accedió a la presidencia del FC Barcelona, cuadrar cuentas es una montaña rusa de emociones. Además, el aficionado culé tiene que echar números antes de fantasear con una incorporación. La herencia que Josep Maria Bartomeu dejó en la entidad azulgrana es compleja de manejar, de ahí las dificultades para operar. Dentro de lo que cabe, la actual junta directiva está siendo capaz de enderezar el rumbo mediante ingeniería financiera.
Con el cambio de normativa antipalancas que hizo la Liga en 2022, el margen de maniobra es menor. En 2023, Joan Laporta tuvo que tirar de dos avales, uno para las secciones y otro para inscribir futbolistas, para salvar la papeleta. El verano pasado, Christensen y el CSD le echaron un cable a la entidad, que se vio con el agua al cuello para registrar a Dani Olmo y Pau Víctor. Ahora, el reto es cerrar las cuentas bien, sin necesidad de sobresaltos ni decisiones tomadas bajo presión.
La operación clave
La venta de los 475 asientos Vip del Camp Nou, ejecutada en enero aunque invalidada de manera contable por Crowe, la empresa auditora, tiene la llave para que las finanzas estén en orden. Forta Advisors pagó su parte, 30 millones de euros. New Era Visionary Group fragmentó la suya en tres pagos. El primero, de 28, ya se ha realizado. Ahora, faltan 42. Esta cifra, vital para poder acceder a la regla del 1:1, está fragmentada en dos cuotas. La primera de ellas tiene como fecha límite para ser abonada el próximo mes de septiembre. El segundo pago es posible que sea posterior.
Andrei y Ruslan Birladeanu, con la sede de New Era Visionary Group de fondo MONTAJE CULEMANÍA
El escenario ideal sería que Marc-André Ter Stegen saliese del Barça perdonando su salario, aproximadamente de 14 millones brutos por temporada, aunque es poco probable. Si ocurre, además de que lleguen los 42 millones y de que se dé alguna salida o ingreso de dinero más, el conjunto azulgrana podría inscribir a Joan García y a un extremo, aunque este segundo tendría que aceptar una remuneración acorde a la situación. Inscribir al meta de Sallent supone, aproximadamente, 11 kilos, 5 de su amortización y 6 de su sueldo bruto. 3 millones y lo que se genere con alguna salida sería lo disponible para el atacante.
Joan García y Ter Stegen, guardametas del Barça, en un fotomontaje CULEMANÍA
El peor escenario
Todo podría torcerse para el Barça si el pago por los Personal Seat Licence (PSL) de New Era Visionary Group, propiedad del moldavo Ruslan Birladeanu, no llega. En ese caso, la entidad azulgrana se vería forzada a realizar una venta que suponga un ingreso similar. Además, tendría que conseguir liberar margen salarial suficiente como para registrar en la patronal a Joan y al extremo. No sería imposible remendar esa hipotética deuda, pero sí un quebradero de cabeza.
Joan Laporta, presidente del Barça, y Nihat Özdemir, presidente de Limak, en los asientos Vip del Camp Nou REDES
Si encima de no llegar el mencionado dinero no se marcha Ter Stegen, incluso la inscripción del exguardameta del RCD Espanyol podría peligrar. A priori, desde el club hay optimismo en cerrar las cuentas correctamente. Lo principal es que lleguen los 42 millones de euros de los asientos Vip. Si además se consigue la salida del meta alemán, en unas condiciones favorables para el club, sería motivo de celebración.
El fichaje del extremo
La prioridad en materia de entradas es un futbolista cuya posición natural sea la banda izquierda. Tras el portazo de Nico Williams, Luis Díaz y Marcus Rashford son las opciones con más números. Sin embargo, el cafetero es una opción muy compleja, pues el Liverpool pide unos 85 millones de euros por él y sus pretensiones salariales son importantes
Luis Díaz, durante un partido con el Liverpool EFE
El fichaje más factible es el del inglés. Quiere jugar en el Barça y aceptaría hacer un esfuerzo respecto a su salario. Según desveló el diario británico The Times en enero, cobra unos 18'4 millones de euros brutos por temporada. La Liga no computaría un sueldo de menos de la mitad, por lo que solo podría rebajárselo hasta los 9'2 kilos. En este contexto, el Manchester United también debe ser benévolo con las condiciones de su salida. Una vez más, se viene un verano de mucha paciencia.
Marcus Rashford, objetivo del Barça, en un entrenamiento del Manchester United MANUNITED
