Gianni Infantino, presidente de la FIFA, presentando el trofeo del Mundial de Clubes 2025 EFE
La cara oculta del Mundial de Clubes: el millonario negocio que involucra a FIFA, DAZN y Arabia Saudí
La nueva competición internacional, celebrada en Estados Unidos, envuelve al capital de Oriente Medio
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El Mundial de Clubes es la carta más fuerte de la FIFA en el panorama de los torneos internacionales. La reformada competición, que ahora se asemeja más al formato de la Copa del Mundo de selecciones, tiene como objetivo ganarse un lugar entre las aficiones de todo el mundo. Sin embargo, mientras se disputa en Estados Unidos la edición más ambiciosa, los focos también apuntan hacia los despachos por tratarse de un millonario negocio que involucra a DAZN y Arabia Saudí.
Sin embargo, detrás de la imagen deportiva, late una operación estratégica y financiera de gran envergadura. DAZN pagó 1.000 millones de dólares a la FIFA por los derechos globales del Mundial de Clubes en diciembre de 2024, un movimiento que coincidió en tiempo con la entrada del fondo soberano saudí, SURJ Sports Investment (PIF), en el capital de la plataforma de contenidos. Ambas operaciones de la misma magnitud se anunciaron en apenas unas semanas de diferencia, evidenciando un plan que consolida la influencia Arabia Saudí en los grandes escaparates del fútbol mundial.
Acuerdo millonario
En febrero de 2025, SURJ Sports Investment, la rama deportiva del fondo saudí, llegó a acuerdo con DAZN para adquirir una participación minoritaria de la sociedad a partir de una inversión de 1.000 millones de dólares. En la misma alianza también se establece la creación de DAZN MENA, una joint venture dedicada a potenciar su presencia en Oriente Medio y África del Norte. El anuncio llegó pocas semanas después de que la empresa de origen británico asegurara los derechos del Mundial de Clubes y se conociera que Arabia Saudí acogerá el Mundial de 2034.
La alianza de DAZN con SURJ Sports Investment DAZN
Esta doble operación revela una estrategia territorial ambiciosa: asentar la presencia de Arabia Saudí en nuevas regiones. Es un plan que va de la mano con la fuerte inversión que han realizado las autoridades del país de Oriente Medio en los últimos años. Ya sea con los fichajes mediáticos --Neymar, Cristiano Ronaldo o Karim Benzema-- en la Saudi Pro League, el proyecto del Newcastle United en la Premier League o el acuerdo para llevar la Supercopa de España a territorio saudí.
El negocio de DAZN
El respaldo del PIF llega en un momento crítico para DAZN: la plataforma ha acumulado pérdidas operativas anuales superiores a los 1.000 millones de dólares desde 2019. Solo en 2021 rozaron los 2.300 millones, en 2022 fueron 1.060 millones y en 2023 se situaron en 1.430 millones. En total, los números rojos suman unos 7.300 millones desde 2019. A pesar de un crecimiento de ingresos que rozó los 2.860 millones en 2023, el modelo sigue generando un agujero financiero que necesita inyecciones de capital constantes.
La página central de DAZN en español REDES
Este flujo de liquidez ha permitido cubrir costes extremadamente elevados, como los 1.000 millones pagados por los derechos del Mundial de Clubes y la adquisición de Foxtel por 3.400 millones de dólares australianos --equivalentes a 2.200 millones de dólares-- Sin ese apoyo económico, DAZN difícilmente habría sobrevivido a su estrategia de expansión internacional, incluida su entrada en Oriente Medio y África del Norte con DAZN MENA.
La FIFA como epicentro
El poder económico de Oriente Medio ha encontrado en la FIFA un terreno fértil para expandirse. El organismo presidido por Gianni Infantino ya dejó claras sus prioridades con la designación de Qatar como sede del Mundial de 2022, a pesar de las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos, falta de libertades civiles y explotación laboral. En el caso de Arabia Saudí no solo destaca el acuerdo con DAZN, sino también que la multinacional Saudi Aramco, propietaria de la mayor red de hidrocarburos del mundo, despunta como main sponsor del torneo, a razón de 93 millones de euros.
En los últimos años, Arabia Saudí ha ganado peso en las inversiones en el fútbol a través de patrocinios en su política de sportswashing, es decir, un lavado de imagen sobre los regímenes de Oriente Medio. Su fuerte inversión en el Mundial de Clubes, sumado a la alianza con DAZN, es lo que permite que Infantino pueda llevar a cabo la primera edición del Mundial de Clubes. Sin embargo, la escasa presencia de aficionados en los estadios y las quejas de muchos entrenadores ha dejado un sabor agridulce en la competición.