El 'atraco' del Ayuntamiento al Barça por jugar en Montjuïc: el equipo de la Serie A que paga cuatro veces menos

Barça y Nápoles son dos clubes especiales. Románticos. Ambos llevan el nombre de su ciudad, que tiene por ídolos a dos leyendas de procedencia argentina. Leo Messi y Diego Armando Maradona, respectivamente. Al igual que hay una parte de la afición azulgrana independentista, también hay una en el antiguo San Paolo que se considera napolitana y no italiana. Son muchas las coincidencias, algunas temporales, como que los dos clubes estén usando un estadio de titulación pública.

La temporada pasada, el Barça se mudó a Montjuïc mientras empezaba la remodelación del Camp Nou. El retorno al barrio de Les Corts se ha ido retrasando con el tiempo. El club catalán y Limak, la constructora, no han cumplido con las expectativas generadas. Y, además, la institución culé ha tenido que pagar por el Estadi Olímpic Lluís Companys, en el que está de alquiler.

Exclusiva de Culemanía

El traslado a la conocida como montaña mágica ha perjudicado a la economía del Barça durante todo este tiempo. Los ingresos por ticketing han caído y, encima, Joan Laporta tuvo que abonar 4 millones de euros, pactados con Barcelona Serveis Municipals (BSM), para arrendar el Estadi Olímpic, tal y como desveló Culemanía. El coste seguramente haya aumentado aún más tras postergar el retorno al Camp Nou.

El Ayuntamiento, de esta forma, está sacando una buena suma de dinero por tener al Barça como cliente. Cuando el RCD Espanyol jugaba en Montjuïc, su alquiler era de 600.000 euros por cada curso en que lo utilizó, desde 1997 y 2009. Es decir, una cantidad siete veces inferior.

El Nápoles, más de lo mismo

Entonces, las condiciones eran casi las mismas. La capacidad del estadio no ha cambiado. El ejemplo del Nápoles, ajustado a los tiempos actuales, sirve para ver cómo el Barça paga una cantidad muy elevada por jugar en Montjuïc, un campo para 56.000 espectadores.

Sin embargo, el club partenopei por alquilar, año tras año, el Stadio Diego Armando Maradona desembolsa 885.000 euros. Son 4,5 veces menos, por lo que ya es considerado un templo para todos los napolitanos, por unas instalaciones que tienen casi la misma capacidad: unos 54.000 hinchas.

Problemas con el estadio

Hasta 2028, Aurelio de Laurentiis no se deberá preocupar por renovar ningún contrato. Tiene garantizada la estancia de su Nápoles. Ahora bien, el Diego Armando Maradona se le está quedando pequeño al cuadro Gli Azzurri, que en cada temporada pelea por hacerse con el Scudetto.

El Stadio Diego Armando Maradona, campo del Nápoles, visto desde fuera Gerard Boada CULEMANÍA

El ambiente que se vive cada 14 días en el viejo San Paolo es espectacular. Pone los pelos de punta. Y por eso De Laurentiis querría comprar el recinto, pero el Ayuntamiento de la ciudad se niega a deshacerse de un bien público. Eso es lo que se comenta en el mismo estadio napolitano.

¿Un nuevo estadio?

Y es que, a pesar de que las coincidencias con el Barça y sus problemas con Montjuïc son solo temporales, el Nápoles también se ha encontrado con que el campo se le ha quedado chico, pero pocas son las modificaciones que puede hacer el club porque depende del consistorio.

El antiguo Stadio San Paolo REDES

Hoy por hoy, construir una tercera gradería, como en antaño, no es posible para salvaguardar la seguridad de los asistentes. San Paolo empezó con 90.000 localidades. Para el Mundial de 1990, el campo se modernizó y se redujo el aforo a 55.000. Después se construyó un tercer anillo que tuvo que ser demolido. Cuando había una gran tormenta, toda el agua del Monte Sant'Angelo acababa en el ahora Diego Armando Maradona.

Fuera la pista de atletismo

Ahora, ampliar el estadio no es una opción. Se baraja quitar las pistas de atletismo para crear una atmósfera "al estilo Premier League", según se comenta en el actual feudo azzurri. Si no, la última bala es edificar un campo nuevo, pero los aficionados son reacios a abandonar su casa.

La Eurocopa 2032 se celebrará en Italia y Turquía y el Nápoles quiere tener un estadio listo para el torneo. Ya hay un arquitecto encargado de presentar un proyecto sin las pistas que rodean el césped del Diego Armando Maradona. Aunque, de momento, la reforma sigue en el aire. Eso sí, De Laurentiis, a diferencia de Laporta, paga un módico precio por el estadio.