
Así se ven los asientos del nuevo Camp Nou durante las obras en Barcelona
La gran mentira del Barça con las obras del Camp Nou: ni el clásico ni penalizaciones a Limak ni final en 2026
La gestión de la junta directiva de Laporta en todo lo que concierne al proyecto del Espai Barça se ha convertido en una sarta de falsedades piramidales
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Joan Laporta es capaz de lo mejor y de lo peor. El presidente del FC Barcelona ha conseguido construir un Barça demoledor en lo deportivo --que es lo que las masas querían-- con el brillante fichaje de Hansi Flick como entrenador y, aún así, no para de dar nuevos pretextos para que se ponga en duda su gestión del club. Dicen que ya tiene las próximas elecciones ganadas, pero como si de un deporte de máximo riesgo se tratase, la junta directiva se empeña en seguir dando nuevos motivos para poner su gobierno en tela de juicio. A los pies de los leones.
Laporta se está superando desde que regresó a la presidencia. Justo se cumplieron los cuatro años de su victoria electoral el pasado 7 de marzo y por estas fechas tomó posesión del cargo tras conseguir, con nocturnidad y alevosía, los avales de la discordia en 2021. Aunque en campaña dijo que los tenía cerrados, pronto quedó claro que no era cierto. Dijo que se quedaría Messi, y lo incumplió. Dijo que confiaba en Koeman, pero a la que titubeó, lo fulminó. Dijo que había fichado al mejor CEO posible, Ferran Reverter, y le duró dos telediarios. Algo similar ocurrió dos años después con el tan elogiado Mateu Alemany, a la postre despedido (e indemnizado). Prometió la continuidad de Xavi en la noche del sushi y tres semanas después lo liquidó. Aseguró que el Barça volvería a jugar en el Camp Nou para el 125 aniversario y, finalmente, el regreso se producirá un año después de lo prometido.
Una mentira a fuego lento
Son tantas promesas incumplidas, medias verdades, falsedades y mentiras --las mismas palabras que, curiosamente, Laporta utiliza para describir el documental Laporta Gate - Caso Reus 2-- las que arrastra la junta directiva en la mochila, que se hace difícil recordarlas todas. En relación al Camp Nou, podríamos decir que ha sido una mentira vendida por fascículos. Cocinada como la cebolla caramelizada, a fuego muy lento. Su preparación comenzó en plena campaña electoral, cuando Laporta ya soñaba con un Camp Nou acabado para celebrar el 125 aniversario. Esa idea fue del presidente, él la hizo pública, pero no la cumplió. Desde entonces, se fue adobando la mentira mientras se modificaba el proyecto de Bartomeu --cosa que retrasó el principio de las obras más de un año-- y se negociaba el crédito del Espai Barça bajo las peores condiciones financieras del mercado. Ahora, persiguen a Goldman Sachas porque las quieren renegociar.

Elena Fort justifica el destrozo de la Grada d'Animació CAPTURA
En esta última temporada, de la mentira se ha hecho una bola muy gorda. La vicepresidenta Elena Fort ha salido a defenderla en público en incontables ocasiones. Lo dijo durante el verano del 2024 y lo ha repetido sucesivamente en los meses venideros. También lo suscribió el jefe de operaciones del Espai Barça, Joan Sentelles, que también estuvo vinculado al caso Reus. A finales de septiembre de 2024, en el Desperta Barcelona! que organiza Crónica Global y Metrópoli Abierta, desde Culemanía tuvimos el honor de entrevistar a Lluís Moya, director de la oficina del Espai Barça. Él también nos confirmó que "se está trabajando para volver antes de que acabe el año".
El clásico, gracias a los Rolling
En aquel momento, todavía aseguraban que se podría volver a jugar en diciembre. Y luego lo pasaron a enero, porque la Champions no permitía cambiar de sede en la primera fase y no tenía sentido compatibilizar los dos estadios. Otra excusa que se utilizó para ganar tiempo. Luego dijeron que en febrero, luego comentaron que tenían convenio para permanecer en Montjuïc hasta el 31 de marzo. Luego se filtró que en abril, pero pronto dijeron que se iban a mayo. Mayo sí, era el mes elegido, porque al menos se podría jugar el clásico. Además, los Rolling Stones tenían previsto tocar en Montjuïc por las mismas fechas. Sin el Estadi Olímpic disponible, era prácticamente obligatorio jugar en el Camp Nou. Pero pronto descubrimos que no sería así. Una vez más, destapamos la verdad desde Culemanía.

Rolling Stones en el clásico Barça-Real Madrid
Suerte tuvieron de que los Rolling cancelaron su nueva gira y, finalmente, Montjuïc quedó operativo. La gran mentira, que desde Culemanía siempre se ha remarcado, ha quedado al descubierto. Este medio, desde el principio explicó que el Barça iba a pasar dos temporadas íntegras en Montjuïc. Así lo filtraban fuentes del Ayuntamiento de Barcelona desde que se fraguó el acuerdo para el traslado. Y, a pesar de saberse extraoficialmente desde el principio, el Barça se empeñó en vender la burra. Dos años contando una mentira que a base de insistencia lograron hacer creer a todo el mundo. Especialmente a los socios, mareados de manera constante, con abonos de temporada temporales que se han ido ampliando progresivamente para ir incluyendo los partidos que supuestamente iban a jugarse en el Camp Nou y se acabarán jugando, de forma indisociable, en Montjuïc.
Limak no paga: 112 días de retraso
¿Y por qué lo han hecho? ¿Para ganar tiempo? ¿Por qué generar falsas ilusiones? Hay quien tiene la teoría de que una mentira por partes es más efectiva, que hace menos daño. Aunque desde la cúpula laportista nunca reconocerán la mentira porque se amparan en un estilo comunicativo muy Trumpista, consistente en negar siempre cualquier acusación, en no admitir nunca la derrota, en ir siempre al ataque. Laporta lo hace muy bien mediante su hábil oratoria. Su relato siempre gana y la mayoría de medios de comunicación se lo compran.

El cartel de Limak decora la zona de obras del Camp Nou CULEMANIA
Por eso no es de extrañar que se hable tan poco de la otra gran mentira. La ya famosa garantía de Limak Construction. "Pagarán un millón por cada día de retraso", prometió el propio Laporta. Llevan exactamente 112 días de retraso. Esto supondrían 112 millones de euros de ahorro para las arcas del club. Un dinero muy necesario en estos momentos de dificultad económica que se arrastra desde la pandemia. Ahora que se quiere renegociar la deuda y que se aspira a cerrar algún fichaje importante el próximo verano. Pero la letra pequeña del contrato ampara a Limak y desde el Barça explican que "los incumplimientos no son imputables a la constructora", sino a otros factores como inclemencias meteorológicas, imprevistos que surgen durante las obras y complicaciones horarias que serían "culpa" del Ayuntamiento.
Estadio acabado para 2027
Hay quien cree que el club decidió mentir para poder empezar a facturar antes. La cercanía de la reapertura del estadio permitió empezar a vender palcos Vip que no se utilizarán hasta enero de 2026, como pronto. La finalización completa del estadio tampoco parece que vaya a llegar en el verano de 2026. Si la reapertura se retrasa un año --ya se habla abiertamente del 1 de octubre-- la finalización de las obras puede alargarse, perfectamente, hasta verano de 2027. Especialmente debido a los cuatro meses de inactividad en el estadio que se necesitan para montar la cubierta.
El principal inconveniente con esto es que solo un año después, en 2028, ya se tienen que empezar a pagar importantes vencimientos de la deuda relativa al crédito del Espai Barça. Mientras el estadio perdure cerrado, será mucho más difícil incrementar los ingresos.