Las tensiones entre el FC Barcelona y la Grada d'Animació del club van a más. Lo que debería ser una comunión total entre los responsables de la animación y la junta directiva del Barça va camino de convertirse en todo lo contrario: una guerra abierta que puede comportar decisiones drásticas. Todo hace pensar que la cosa acabará mal.
La noticia es que el Barça amenaza con disolver la Grada de manera inminente. Las condiciones que evitarían esta decisión drástica son dos, según han avanzado los medios del Grupo Godó La Vanguardia y Mundo Deportivo. Por un lado, el club exige un pago de 21.000 euros a los miembros de la misma, que se derivan de las multas que se acumularon durante la temporada pasada. Un dinero que el club ha pagado, pero que reclama a los grupos de animación en base a un acuerdo firmado. En segundo lugar, el Barça asegura que se cerrará la Grada si se produce una nueva sanción este curso.
El Barça exige las multas
Es decir, el club imposibilitará el acceso al espacio destinado a la animación del club si la Grada no paga los 21.000 euros del curso pasado y/o si se abre un nuevo expediente por parte de UEFA, Liga o Generalitat. La medida es muy contundente y pone en serio peligro la viabilidad de un espacio de animación que en los últimos tiempos ha sido muy importante para generar un ambiente óptimo en los estadios, tanto en el Camp Nou como en el Olímpic Lluís Companys de Montjuïc.
El Barça ha explicado estas medidas en un comunicado remitido a los cuatro grupos de animación del club: Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça. Estos últimos son, supuestamente, los herederos de Boixos Nois y los que, aparentemente, más conflictos han generado. Formada por unos 500 o 600 seguidores, la Grada "ha entrado en una escalada de mal comportamiento" que se quiere atajar cuanto antes, según informan desde el club.
5 minutos sin Grada
Uno de los últimos episodios del conflicto se vivió el pasado miércoles en el encuentro entre el Barça y el Bayern. Los miembros de la Grada tardaron 5 minutos en saltar al campo, dejando el estadio huérfano de animación, a modo de protesta. Se quejaban porque el Barça exigía multas de 2.500 euros a varios miembros de la propia grada y la Penya Almogàvers publicó un comunicado de disconformidad.
Al parecer, cuatro socios fueron identificados durante el Barça-Sevilla como responsables de algunos cánticos como "puta Madrid, puta España". Las cámaras de seguridad los detectaron y les impidieron el acceso al partido contra el Bayern, además de las citadas sanciones pecuniarias. Este sería el motivo de los 5 minutos de silencio en el encuentro contra el conjunto bávaro, posteriores a los enfrentamientos entre varios aficionados radicales y los Mossos en los jardines de Montjuïc.
Pancarta nazi en Mónaco
Anteriormente, en el desplazamiento del Barça a Mónaco, un grupo de aficionados radicales del Barça desplegó una pancarta con una proclama nazi dirigida a Hansi Flick, actual entrenador del primer equipo. "Flick Heil", rezaba la pancarta, en alusión al delezanble "Heil Hitler". En las redes sociales también se pudieron ver en las mismas fechas otros mensajes en esta línea: "Heil Hansi" o "HH".
Este capítulo fue duramente criticado por la vicepresidenta institucional del club, María Elena Fort, que condenó los hechos de manera enérgica en su cuenta personal de Twitter: "Indigno. Vergonzante. Asco y tristeza que alguien quien dice amar al club actúe así. Todo tiene un límite. Nunca se puede volver a reperir. Nunca más".
El club fue sancionado con una multa por la citada bandera y, además, la UEFA ha vetado la presencia de aficionados del Barça en Belgrado, donde el primer equipo se medirá al Estrella Roja el próximo miércoles 6 de noviembre.
El origen del conflicto
Más allá de estos incidentes sancionables, la realidad es que la relación entre la Grada y la junta directiva de Laporta se empezó a deteriorar hace meses. Todo comenzó tras los malos resultados del Barça de Xavi el curso pasado y, especialmente, con el despropósito de Laporta, que ratificó a Xavi en el cargo para confirmar su despido tan solo un mes después.
Aquella gestión generó un cúmulo de críticas contra la junta directiva y un consenso generalizado de que no se podía tratar así a un mito del Barça. Como se maltrató a Messi y Koeman, entre otros. A partir de aquel momento, un sector de la Grada de Animación empezó a entonar un cántico crítico con el actual presidente: "Barça sí, Laporta no". Paralelamente, seguían coreando el nombre de Xavi.
Los gritos contra el presidente Laporta también se han repetido al inicio de este curso. Sorprendentemente, incluso se produjeron en un partido de abultada goleada como fue el Barça-Valladolid (7-0). En caso de cerrarse la grada, todavía no queda claro qué haría la junta directiva con ella. Está la opción de poner esos asientos a la venta o la posibilidad de dejarla vacía como símbolo del castigo impuesto.
Hay que recordar que Laporta fue el presidente que acabó con los Boixos Nois. Erradicó a los violentos del Camp Nou porque, entre otras cosas, el propio presidente y su gente los sufrían en sus carnes, herencia de Núñez como eran y con Joan Gaspart como miembro fundador. Bartomeu reactivó el espacio de animación durante su mandato a través de Jordi Cardoner, fundando así la actual Grada d'Animació.
El regreso al Camp Nou
Ubicados durante muchos años en el Gol Nord, el plan de traslado al nuevo Camp Nou prevé que la Grada vuelva al lugar original que ocupaban los Boixos en su origen, el Gol Sud. Sin embargo, si finalmente se clausura la Grada, la junta podría aprovechar ese espacio para ofrecer más asientos a los abonados y para poner más entradas a la venta, algo que interesa en un momento de vacas flacas a nivel económico.