Joan Laporta cierra el mes de octubre con una sonrisa. Y no es para menos, teniendo en cuenta que el dirigente del FC Barcelona ha salido fortalecido de la semana grande del primer equipo. Las exhibiciones de la plantilla de Hansi Flick ante dos colosos como el Bayern Múnich (4-1) y el Real Madrid (0-4) han representado un golpe sobre la mesa para el Barça. Lo que antes eran dudas sobre el proyecto deportivo culé, ahora son alabanzas para un mandatario que logra debilitar a los grupos de oposición.
Se trataba de una semana decisiva, donde la oposición encabezada por Joan Camprubí y Víctor Font empezaba a apretar con más fuerzas. Las voces más críticas han pisado el acelerador en octubre con el objetivo de calentar el terreno de cara a las elecciones presidenciales del Barça en 2026. Sin embargo, Laporta ha logrado salir airoso por las diferentes victorias obtenidas en los últimos días, tanto en la asamblea de socios compromisarios como en los terrenos de juego con el primer equipo.
Noches de euforia
El barcelonismo estaba necesitado de noches grandes. No solo ante el Real Madrid después de perder los tres clásicos de la anterior temporada, sino también en la Champions League ante una bestia negra como el Bayern Múnich. Las victorias tan aplastantes posicionan al FC Barcelona como un serio candidato a ganar todos los títulos del actual curso, lo que refleja que la decisión de apostar por Hansi Flick para reconducir el proyecto deportivo ha tenido un impacto positivo.
Joan Laporta toma la palabra en la presentación de Hansi Flick con el Barça
A pesar de las críticas por el despido de Xavi Hernández, el tiempo le ha dado la razón a Jan. El juego y los resultados del equipo azulgrana han sido inmejorables en este tramo de la temporada. El Barça es sólido líder de la Liga con 30 puntos --tienen seis puntos de ventaja sobre el Madrid-- y en la Champions League lograron levantarse con mucha personalidad del primer revés sufrido a manos del AS Mónaco.
La postura de la oposición
La gran dinámica del Barça no altera el relato de los grupos de oposición a Laporta. Desde su perspectiva, la gestión del mandatario del FC Barcelona no puede medirse únicamente por lo que sucede en los terrenos de juego con el primer equipo, debido a que el área económico todavía sigue sin gozar de la estabilidad esperada. Hay que recordar que el club cerró el ejercicio 2023-24 con 91 millones de pérdidas globales.
Laporta considera que los 91 millones de pérdidas son una cuestión de "prudencia", debido a que lo atribuyen a los impagos de los inversores en Bridgeburg Invest --Barça Vision por su nombre comercial-- en el último año. Se trata de una empresa sin negocio hasta el momento y, por ello, Grant Thornton --auditor de las cuentas---recomendó depreciar el valor de la filial digital, algo que ha desembocado en los números negativos y en las feroces críticas de la oposición.
Sin embargo, el foco de una mayoría de los barcelonistas está en el funcionamiento del primer equipo. Si el FC Barcelona logra buenos resultados en los terrenos de juego, los demás asuntos económicos pasan a un plano más secundario. Prueba de ello es que la junta directiva logró la aprobación de los socios compromisarios para cerrar el anterior ejercicio con las mencionadas pérdidas y el presupuesto de la temporada 2024-25, donde la entidad espera ingresar 893 millones de euros.
Las bazas de Laporta
Con la espectacular dinámica de la plantilla de Hansi Flick, la otra baza que puede dar el impulso definitivo a Laporta para las elecciones de 2026 es el nuevo Camp Nou. El estadio del primer equipo debe representar el salvavidas económico del club en los próximos años. De cumplirse con las expectativas de los altos mandos, el recinto culé generará 350 millones de euros anuales por su explotación. Esa puede ser la clave que alivie definitivamente los problemas financieros del Barça.
Deco, Gavi, Lamine Yamal, Joan Laporta, Hansi Flick y Pedri, en las obras del nuevo Camp Nou
Todavía no se sabe la fecha exacta que el Barça volverá a jugar en su casa, con un aforo provisional para 62.000 espectadores, situados entre la primera y la segunda grada. La mayoría de informaciones sitúan el regreso del primer equipo al Camp Nou entre finales de enero y comienzos de febrero.