Laporta encadena su cuarto año consecutivo con patrimonio neto negativo en el Barça

La junta directiva encabezada por Joan Laporta se enfrenta a una asamblea de socios compromisarios del FC Barcelona incierta. La oposición de la masa social, liderada por aspirantes como Víctor Font y Joan Camprubí, insta a los participantes en la reunión que voten en contra de las cuentas anuales presentadas por el Barça. La dirigencia ha puesto el acento en los 12 millones de beneficios ordinarios. En cambio, ha relegado a un segundo plano las pérdidas netas de 91 millones tras impuestos, derivadas del deterioro de 131 millones de Barça Studios --ahora Barça Vision-- por impagos.

Laporta ha presentado un patrimonio neto negativo por cuarto año consecutivo: -94 millones. Una mala noticia que puede menoscabar la reputación de la junta, puesto que el abogado catalán no ha conseguido decantar la balanza patrimonial hacia el otro lado desde su regreso en 2021. Con esto, en ningún caso pone en peligro el puesto de los directivos. 

En suspensión

Pese a que el artículo 67 de los estatutos estipula que incurrir en desequilibrio patrimonial dos ejercicios consecutivos es motivo de "cese anticipado de la junta directiva", la norma en cuestión se mantiene suspendida. ¿Hasta cuándo? El artículo implementado en 2013 por Sandro Rosell no volverá a entrar en vigor hasta la recuperación del patrimonio neto positivo.

En octubre de 2021, la asamblea general de socios compromisarios aprobó la suspensión del artículo 67 hasta volver a números positivos. Tres años más tarde, la regla en cuestión que ya habría supuesto su marcha del club sigue anulada, hasta nueva discusión de los estatutos en la reunión anual de la institución barcelonista.

¿De mal en peor?

En el curso 22-23, el Barça cerró el ejercicio con pérdidas ordinarias y 304 millones de beneficios con el ingreso extraordinario de las palancas. Este año contable 23-24 se ha saldado con 12 millones de resultado positivo ordinario sin el dopaje financiero de la venta de patrimonio. Sin embargo, la venta del 49% de Barça Studios le ha explotado en la cara a la junta. El impago de 40 millones de Libero Football Finance, socio del accionariado de Bridgeburg Invest, y de otros 60 millones adeudados para el 15 de junio de 2024, ha obligado a deteriorar, por orden del auditor Grant Thornton, 131 millones. 

Ese gasto extraordinario imputado ha impedido que la fiesta sea completa, por lo que las pérdidas han ascendido a 91 millones. En resumen, la situación patrimonial da un paso atrás. En 2023, la entidad culminó con -2 millones. De nuevo, el patrimonio neto ha aumentado a -94M. El fondo de maniobra, es decir, la capacidad de afrontar los pagos y obligaciones a corto plazo, también ha empeorado de -105M a -218M. El pasivo corriente (728M) incrementa la brecha con el activo corriente (510M). 

Mandato en números rojos

Básicamente, el deterioro de la filial audiovisual ha empañado el resultado financiero 23-24. Apenas se han percibido 55M de los 200M pactados en 2022, y en 2025 expira el último vencimiento de 60M. Este verano de 2024 solo se han cobrado los 15M de Aramark, puesto que otros 10M se han empleado en recuperar el 2,4% de las acciones de Orpheus Media. Con y sin palancas, Laporta todavía tiene una espina clavada con el patrimonio neto negativo.

En octubre de 2023, lo cierto es que las palancas maquillaron un beneficio de 304 millones, irreal en términos de negocio ordinario. De ahí que el patrimonio neto se quedara a las puertas de los números verdes: -2M. En la asamblea general de 2022, el exvicepresidente económico Eduard Romeu había asegurado que las medidas financieras permitirían restituir el "equilibrio patrimonial". Supuso un avance reseñable respecto a la temporada 21-22, en la que todavía se arrastraban los estragos económicos de la pandemia del coronavirus. Por aquel entonces, el balance negativo se cerró en -353M.

Pérdidas infladas en 2021

En las cuentas anuales del tramo 21-22 el patrimonio neto negativo disminuyó 98M respecto al ejercicio 20-21 (-451M). El FC Barcelona provenía de la UCI. Cuando Joan Laporta se proclamó ganador de las elecciones en marzo de 2021, el balance tocó fondo con -455M de patrimonio neto negativo; -451M en el cierre de junio de 2021.

Resulta que los herederos de la junta dirigida por Josep Maria Bartomeu imputaron 228M de pérdidas extra, derivadas del deterioro de jugadores (138M) y provisiones para litigios judiciales (90M). Si la nueva junta de Jan no hubiese inflado el déficit de sus antecesores, las pérdidas reales se hubieran quedado en la mitad: -253M. Una maniobra que repercutió en mayores dificultades financieras de cara a la normativa de Fair Play.

Rosell revirtió el patrimonio

Lo cierto es que en este siglo XXI las dificultades patrimoniales del club barcelonista del último lustro no son una excepción. Sí que se ha tocado fondo, puesto que nunca se había incurrido en un desequilibrio tan grande como en este segundo mandato de Laporta. En los datos existentes de su primera legislatura, cuando tomó posesión del cargo en 2003 se formularon las cuentas con un patrimonio neto negativo de -10M. Para la temporada 2004-05, la junta logró regresar a los números positivos con 8M.

El primer adiós de Laporta en 2010 se saldó con -59M de patrimonio, pese a la época de esplendor deportivo. Una tendencia a la baja que se prolongó en el curso 10-11, con -69M. La diferencia entre activos y pasivos de la entidad mejoró en el período 11-12 hasta los -20M. En 2013, cuando se aprobó el artículo 67, la junta directiva presidida por Sandro Rosell pudo dejar de avalar porque alcanzó el equilibrio patrimonial: 20M. Para la campaña 13-14, a pesar del tambaleo institucional provocado por la dimisión del presidente, mejoró hasta los 53M.

Bartomeu: al alza hasta el covid

Desde el nombramiento interino de Josep Maria Bartomeu en 2014 hasta 2019, el patrimonio neto del club catalán experimentó su etapa de mayor crecimiento, impulsado por la lluvia de ingresos.

En la temporada 2014-15 subió a 69M; en la 15-16 ascendió a 97M; en el tramo 16-17 superó las nueve cifras con 115M, en la 17-18 los ingresos tocaron el techo de 914M, por lo que el patrimonio neto se disparó a los 128M; el récord de la entidad se registró en 2019, con una facturación de 990M y 133M de patrimonio neto. El retroceso empezó con el estallido del coronavirus en 2020, que redujo los ingresos a 855M y la diferencia entre activos y pasivos se minimizó a 35M.