El regreso del FC Barcelona al nuevo Camp Nou se ha convertido en algo parecido a una cuestión de Estado. Una odisea donde bailan fechas, cifras y partidos entre distintos factores que condicionan la decisión final. Desde el Barça todavía no se mojan. Hace dos semanas, Lluís Moya (director de la oficina técnica del Espai Barça) explicó en el foro Barcelona Desperta de Crónica Global y Metrópoli Abierta, en colaboración con Culemanía, que "el club trabaja con la idea de jugar el primer partido antes de que acabe el año". Elena Fort (vicepresidenta institucional del Barça) ha dicho lo mismo este lunes en una rueda de prensa oficial del club: "Nuestro objetivo es volver al Camp Nou antes de final de año".
Esa es la premisa principal, el discurso oficial. Sin embargo, en ocasiones da la sensación de que se desmonta por si solo. Hay muchos condicionales en el mensaje que dejan entrever la práctica imposibilidad de conseguir el objetivo para albergar el último partido del año: el 22 de diciembre contra el Atlético de Madrid.
Los 4 condicionantes
Por un lado, a ver si se consiguen acabar las obras a tiempo sin que surja ningún imponderable (desde el club apuntan la coletilla habitual de "los que habéis hecho obras en casa ya sabéis que siempre se alargan"). Por el otro, que lleguen a tiempo las licencias de actividad, procedentes del Ayuntamiento de Barcelona. De otra parte, que se obtengan los permisos de seguridad y de bomberos. Por último, aparece otro condicionante a tener en cuenta apuntado por Fort: "La idea es que cuando salgamos, no tengamos que volver a Montjuïc". Desde el club descartan la posibilidad de compatibilizar ambos estadios, aunque sea en un periodo simbólico de tiempo.
Este último factor puede ser clave para definir la fecha definitiva. Llegar al partido del Atlético se antoja harto complicado debido a esos condicionantes arriba explicados. Pero un mes más de obras podría facilitar que la apertura oficial se diese el 26 de enero contra el Valencia. Es una fecha interesante, primer partido de la segunda vuelta de Liga, y un rival de entidad, al menos, con historia y tradición en Primera. El problema viene con que tres días después hay un Barça-Atalanta de la fase liga de la nueva Champions. En el club no gusta la idea de jugar un domingo en el Camp Noy y volver el miércoles a Montjuïc.
Barça-Atalanta, la fecha clave
En este sentido, desde Culemanía hemos podido saber que en el Barça todavía no se dan por vencidos. Aún a sabiendas de que la normativa UEFA es clara y taxativa. Aún conociendo ya una primera respuesta en que se descartaba esa posibilidad. El Barça todavía cree en la posibilidad de que la UEFA pueda hacer una excepción. Y, si se diese esa excepción, podría convertirse en el partido inaugural del nuevo estadio. Con lo que la fecha podría ser el 29 de enero y no el 26 contra el Valencia.
Pero hay más posibilidades. No debe descartarse que finalmente el club decida hacer una excepción: se podría jugar el Barça-Valencia en el Camp Nou y volver una vez más a Montjuïc, a modo despedida, contra el Atalanta en la Champions.
La fecha límite: 31 de marzo
En caso de que la institución azulgrana rechace, finalmente, esta opción, la siguiente fecha a tener en cuenta sería el Barça-Alavés del 2 de febrero. En este caso estamos ante un rival de menor entidad, pero da la sensación de que sería más fácil asegurar la victoria y, de este modo, un estreno por todo lo alto en el nuevo estadio. En el club esperan que quede un recuerdo especial, el de una goleada histórica.
Y si por motivos de obras tampoco se llegase al 2 de febrero, la fecha límite marcada en el calendario es el 31 de marzo. ¿Por qué esta fecha? Porque es la que se ha acordado con el Ayuntamiento de Barcelona "por un criterio de prudencia". Desde el club aseguran que no la contemplan, pero los imponderables de las obras son imprevisibles. Por este motivo, podrían aún ser candidatos otros partidos como el Barça-Rayo, el Barça-Real Sociedad, el Barça-Osasuna o el Barça-Girona.
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