A Joan Laporta le va la marcha. En los momentos delicados, se crece y luego pasa factura. Persona tan pasional como volcánica, el máximo dirigente del Barça está muy molesto con las críticas a su gestión y los movimientos de posibles candidatos a presidir el club a partir de 2026. Dentro de dos años, teóricamente, deben celebrarse las próximas elecciones, pero Laporta contempla un adelanto si el equipo de Hansi Flick logra buenos resultados deportivos. Prepara un golpe de efecto letal contra sus detractores.
Laporta ha pasado del desencanto a la euforia. Las cuatro victorias en la Liga han cambiado el estado de ánimo del presidente del Barça, un club autoritario en el campo, pero tremendamente sufridor en los despachos, con una deuda asfixiante y muchas tensiones económicas. La entidad todavía no puede invertir un euro por cada euro que ingresa en fichajes y ha inscrito a Dani Olmo por la lesión de larga duración de Christensen.
Pau Víctor y Dani Olmo
El Barça contrató a Pau Víctor y Dani Olmo, y gracias. El club sedujo a Nico Williams, pero el delantero internacional reculó por las presiones del Athletic y de su familia. También por la inestabilidad de un Barcelona que no podía garantizarle su inscripción. Laporta no pudo fichar al futbolista más deseado, pero ya sueña con un mercado de verano mucho más satisfactorio en 2025.
Laporta espera que, para entonces, el Barça ya haya firmado el nuevo acuerdo con Nike, del que asegura que será "el mejor contrato de patrocinio". También negocia con nuevos socios para Barça Vision. Y espera que el club haya renovado a Ronald Araujo. Más dudas suscita la continuidad de Frenkie de Jong, con contrato hasta 2026. Pero Laporta ambiciona mucho más: un fichaje TOP. El fichaje de Erling Haaland, que acaba contrato con el Manchester City en 2025.
El deseado fichaje de Haaland
Haaland ya estuvo en la órbita del Barça en la primavera de 2021. Entonces, Laporta se reunió con su representante, Mino Raiola (ya fallecido), pero el club no pudo competir con las ofertas del Real Madrid y del Manchester City. No obstante, su actual agente, Rafaela Pimienta, ha reconocido que el futbolista noruego estaría encantado de jugar en el Barça, club con el que simpatizaba durante su infancia.
El presidente del Barça, de momento, se ilusiona con Hansi Flick, un técnico muy metódico y ambicioso. Hombre de pocas palabras, el entrenador alemán ha sabido conectar con una plantilla que tenía sensaciones antagónicas con Xavi Hernández. Los futbolistas más veteranos acabaron hartos del técnico de Terrassa y Flick mantiene la apuesta por la Masía. "La mejor cantera del mundo", según Laporta, tras la espectacular eclosión de Lamine Yamal, Pau Cubarsí y Marc Casadó, entre otros.
Recado a la oposición
Laporta espera que Flick emule a Guardiola y resucite al Barça. Su cultura del trabajo y su discreción ante los medios de comunicación son del agrado del máximo dirigente. El técnico alemán, como Xavi, también da carrete a las jóvenes promesas de la cantera barcelonista y Laporta sueña a lo grande.
"Mucho tendrán que trabajar los desestabilizadores de fuera para hacer tambalearse a un club que este año cumple 125 años. Rechazamos las estrategias que pronostican horizontes devastadores que ni están ni se les espera. Estamos más fuertes que nunca y más determinados en culminar la recuperación del Barça", manifestó Laporta, el martes, en su comparecencia ante los medios de comunicación para explicar la política de fichajes del club en el pasado mercado de fichajes.
El nieto de Montal
"Estamos ganando porque el club está mejor, mucho mejor que antes", añadió Laporta, quien esgrimirá en su próxima campaña electoral que él fue valiente al asumir la presidencia del Barça en 2021. Entonces, el club había tocado fondo por los malos resultados del equipo de fútbol y la caída de ingresos por los efectos del coronavirus.
Laporta, según fuentes próximas al mandatario azulgrana, insistirá en que Joan Camprubí Montal, nieto y bisnieto de presidentes del club estaba escondido en 2021. Igual que el economista Marc Ciria. También recordará que su candidatura goleó a las de Víctor Font y Toni Freixa.
La transformación del Camp Nou
Los próximos meses serán decisivos para el Barça y para Laporta, convencido de que la actual temporada será muy buena para el equipo de fútbol. También contará con la carta del Camp Nou. En unos meses, el Barça regresará a su casa y el presidente esgrimirá que es el gran responsable de la gran transformación del estadio, un proyecto que comenzó en 1999 con Núñez en la presidencia y continuó con el mismo Laporta, con Sandro Rosell y con Josep Maria Bartomeu.
Laporta, cada vez más nuñista en sus discursos, puede copiar al expresidente del Barça, que solía avanzar las elecciones según sus intereses. Con un discurso fluido, el abogado barcelonés quiere desactivar a la oposición y cree que lo tendrá todo a su favor para prorrogar su mandato si el equipo de Hansi Flick gana la Liga o la Champions. Esa será su mejor baza para perpetuarse en la presidencia de un club que vive al día y espera tiempos mejores y más tranquilos.