Joan Laporta está encantado con Hansi Flick. Con su mentalidad. Hombre de club, se queja poco y trabaja mucho. De momento, el Barça manda en la Liga con cuatro puntos de ventaja respecto al Real Madrid. Una vez más, el equipo sostiene al club, aunque el presidente azulgrana no lo admita. Satisfecho con el inicio del curso actual, Laporta está eufórico pero se contiene. Y, públicamente, ya no exige títulos al entrenador. Quiere ser prudente, aunque le cuesta reprimirse.
"A Flick Le estamos exigiendo trabajo, profesionalidad, ser un entrenador que viva el día con intensidad, que nos ofrezca un fútbol que nos guste. Está sentando las bases para que los objetivos que nos podemos plantear se cumplan", manifestó Laporta en su comparecencia ante los medios de comunicación, el martes.
Sintonía con Flick
El presidente del Barça añadió: "Él mismo dice que es un hombre que no busca excusas y que se conforma con lo que tiene, pero es exigente. No tenemos fijado nada concreto de títulos. Lo que quiere Flick es lo que queremos nosotros".
"Tenemos un entrenador que si no se presiona hasta el minuto 90 y el añadido no está contento. Veo mucha intensidad y la preparación física ayudará a la exigencias del entrenador", insistió el máximo dirigente barcelonista, que la pasada temporada acabó decepcionado con el rendimiento del equipo y la gestión de Xavi Hernández.
Dos fichajes en verano
Laporta es feliz con Flick, quien no se ha quejado de los refuerzos que ha obtenido. Solo Dani Olmo y Pau Víctor. El presidente del Barça, no obstante, prefiere ver el vaso medio lleno: "En su momento dijimos que se podía hacer una operación de gran magnitud y se ha hecho la de Dani Olmo, que era la que queríamos y la prioridad".
Dani Olmo, con la camiseta negra
Pau Víctor debuta en Liga contra el Valencia
Este verano, el Barça apenas se ha reforzado y ha perdido a un futbolista que brilló la pasada temporada: Gundogan. Su marcha, según Laporta, solo respondió a motivos deportivos y sentenció: "Después de una reunión con Flick y haciendo una valoración de la plantilla, él decidió que quería irse. Era de justicia que Gündo, que vino sin coste económico, se fuese de nuevo al City a coste cero".