Cara y cruz en el Barça de Laporta: beneficios ordinarios y… ¿pérdidas extraordinarias?

"El Barça presentará un resultado ordinario positivo por primera vez en siete años", aseguraba Joan Laporta este martes en el Auditori 1899 ante un centenar de periodistas e invitados. Más allá de la exageración relativa a los siete años, el anuncio del presidente ocultaba una realidad velada. Como de costumbre, una verdad a medias. Desde Culemanía hemos podido confirmar --a falta de que se publiquen las cuentas-- que el presidente no ha mentido y que a día de hoy el club ha logrado números positivos en su balance ordinario. Del mismo modo, es una realidad que los números totales pueden ser negativos si se tienen en consideración los ingresos y los gastos extraordinarios. 

El ejercicio económico 2023-24 finalizó oficialmente el pasado 30 de junio. La Ley Contable ofrece tres meses de plazo desde el cierre del ejercicio para la formulación de cuentas, es decir, hasta el 30 de spetiembre. Y en eso está el Barça ahora, formulando cuentas para presentarlo todo ante la asamblea --que seguramente se celebrará el próximo 20 de octubre antes del Barça-Sevilla-- de la forma más bonita posible. Pero hay dos factores que amenazan ese triunfo del que tanto presumió el presidente ante la prensa: un bloqueo de Nike al Barça por importe de 18 millones de euros y los 15 millones todavía pendientes de cobrar del impago de Libero. 

En manos de Grand Thornton 

Si los auditores del Barça, de la firma Grand Thornton, con Ramón Galcerán a la cabeza, consideran que se deben imputar esos dos impagos como pérdidas en el ejercicio contable, el Barça incurrirá en pérdidas. Desde la junta directiva podrán seguir diciendo que han obtenido beneficios ordinarios, pero el balance total presentará un resultado negativo. 

El Barça ha hecho los deberes económicos este último año. Especialmente meritoria ha sido la reducción de la masa salarial de forma drástica, que se cuajó el verano pasado con Mateu Alemany todavía al mando de la dirección deportiva. Los números exponen una rebaja de los 672 millones entre fichas y amortizaciones a los 492 que se presupuestaron el pasado octubre. La cifra exacta se conocerá próximamente, pero estamos hablando de unos 160 millones relativos al primer equipo y 16 referentes a las secciones: en total, una reducción de unos 180 kilos. 

Falta Libero y el desbloqueo de Nike 

Esta enorme rebaja ayuda a compensar los ingresos perdidos en el traslado a Montjuïc: unos 100 millones de euros menos que en el Camp Nou. Además, el club ha tenido la capacidad de seguir incrementando los ingresos por patrocinio, los ingresos por BLM y los ingresos generados mediante partidos amistosos y las giras de verano, incluida la del Femenino. 

Estos números, que son los ordinarios --ingresos de ticketing y estadio, de marketing y merchandising, de derechos televisivos y de cuotas de socios menos gastos de masa salarial y operativos--, se saldan con un resultado positivo a día de hoy. Pero si sumamos el dinero pendiente de Libero, el dinero pendiente del bloqueo de Nike y los intereses financieros derivados de los créditos con Goldman Sachs, el resultado final es negativo. Y si no se resuelve a tiempo el acuerdo con Nike, seguirá siendo negativo en las cuentas que se presenten ante la asamblea.