El nuevo Santiago Bernabéu es el mayor orgullo de Florentino Pérez. El reformado estadio merengue se ha convertido en poco tiempo en una máquina de hacer dinero. Ya sea con las taquillas del Real Madrid o con los conciertos que se han celebrado este verano. El FC Barcelona no quiere quedarse atrás con respecto a su rival histórico del fútbol español, donde esperan que el futuro Camp Nou sea el referente de comodidad y modernidad.
El nuevo feudo del FC Barcelona tiene muchos elementos distintivos que le hacen ganar puntos en la lucha contra el Bernabéu: la pasarela aérea y el boulevard. El problema es que los socios del Camp Nou todavía reclaman un par de cambios en las obras que lidera Limak Construction. Esos retoques que espera la afición del Barça están presentes en el estadio del Real Madrid y que suponen una diferencia considerable en la generación de ingresos.
La gran ventaja
Una de las principales ventajas del nuevo Bernabéu que no tendrá el futuro Camp Nou es la famosa cubierta retráctil que permite cerrarlo en su totalidad. El tipo de techo del hogar del Real Madrid tiene la posibilidad de adaptarse a las diferentes condiciones climatológicas para proteger a sus futbolistas, además de aquellos aficionados que puedan estar expuestos a una poderosa tormenta en la capital española.
Los altos mandos del Barça han decidido apostar por un concepto de campo abierto, donde estará una cubierta fija de 48.000 metros cuadrados que permitirá proteger a la gran mayoría de los 104.600 espectadores del estadio, pero que no cubrirá a los futbolistas en el terreno de juego. Tampoco existe certeza de que los aficionados puedan protegerse en caso de lluvias inclementes.
La otra ventaja de la cubierta retráctil del Bernabéu es que el Real Madrid tiene la posibilidad de alternar conciertos y eventos de boxeo durante el desarrollo de la propia temporada. En cambio, el Barça solo aspira a acoger actos de dicha magnitud durante el verano, cuando el primer equipo no tenga actividad en los terrenos de juego. Se trata de una situación que limita el potencial económico del estadio.
El famoso videomarcador
Otro de los elementos que también reclaman los socios del Camp Nou es la apuesta por un videomarcador de 360 grados, tal y como el que presume la afición madridista con el nuevo Bernabéu. El feudo merengue tiene una impresionante pantalla que rodea las instalaciones que causa sensación y que se asemeja al estilo de los recintos de la NFL. Laporta también contemplaba la instalación de un videomarcador, pero finalmente reculó, asegurando que no era rentable económicamente.
Desde los altos mandos del club azulgrana aseguran que todos los espectadores tendrán la posibilidad de disfrutar de dicha experiencia porque la calidad de imagen será "mucho mejor que la de un videomarcador de 360 grados". También señalan que los ingresos no serán muy inferiores al apostar por tres marcadores de última generación en la cubierta del Camp Nou. Solo el tiempo dirá si la decisión logrará convencer a la hinchada barcelonista que acuda al estadio.