Joan Laporta va al límite. Tanto que parece haberse quedado mudo. Locuaz como es, el presidente ha optado por restringir sus comparecencias ante los medios de comunicación. No hubo presentación oficial al uso de Dani Olmo ni aceptó preguntas en la despedida de Sergi Roberto. El presidente del Barça tiene muchos asuntos pendientes que no podrá resolver antes del sábado, día en que el equipo de Hansi Flick debuta contra el Valencia en la Liga. Hoy, ni tan siquiera sabe el técnico azulgrana de qué futbolistas podrá disponer. Iñigo Martínez, Álex Valle, Pablo Torre, Vitor Roque, Pau Víctor y Dani Olmo, por ejemplo, todavía no están inscritos.
El acuerdo del Barça con Aramark, que abonará los 40 millones que no pagó Libero por su participación en Barça Studios, no es suficiente. El club necesita 60 millones más de otros sponsors, como Nike, Spotify y Ambilight, que deben llegar en septiembre. El presidente, además, presiona a la multinacional deportiva para que acepte un nuevo acuerdo comercial hasta 2038.
Flirteos de Laporta con Puma
Las relaciones entre el Barça y Nike, con demandas incluidas, han sido muy tensas en los últimos años. Laporta incluso flirteó con Puma para finiquitar su compromiso con la multinacional estadounidense, pero una sentencia judicial penalizaba mucho al club azulgrana. También contemplaba el máximo dirigente la opción de crear una marca propia.
Laporta reculó y abrió nuevas negociaciones con Nike, con el objetivo de lograr un mejor acuerdo para el Barça. El presidente quiere que la marca estadounidense garantice 100 millones de euros por temporada, bonus al margen, y que pague también una prima de renovación cifrada en otros 100 millones.
Nico Williams, fichaje imposible
El Barça deslizó hace un mes que el acuerdo con Nike era inminente, pero no hay novedades al respecto. Este verano, la nueva camiseta empezó a venderse más tarde que en años precedentes por problemas con el logo de Spotify, patrocinador principal del club.
La delicada situación económica del Barça dificulta la necesaria renovación de la plantilla de fútbol. Laporta informó a Hansi Flick de los problemas que tenía el club para fichar a las grandes estrellas del mercado, pero tal vez no se esperaba una situación tan dramática, con un Nico Williams que prefiere seguir en el Athletic y varios futbolistas que se desmarcan del club al no tener garantizada su inscripción en la Liga.
El plan B para el extremo
El Barça ya descarta el fichaje de Nico Williams tras pagar 55 millones de euros fijos más variables por Dani Olmo, un mediapunta que deberé competir con Pedri, Gundogan y Fermín por la titularidad. Sin un extremo que desborde por la banda izquierda, a Laporta también se le ha complicado el plan B. Luis Díaz, del Liverpool, tiene un acuerdo verbal con el Manchester City. La tercera opción es Kingsley Coman, a quien el Bayern quiere ceder tras un mal año por culpa de sus problemas físicos.
Laporta también debería asumir la necesidad de fichar a un mediocentro. Con subir a Marc Casadó y Marc Bernal no basta. El primero tiene 20 años. El segundo, solo 17. No pueden ser los cerebros de un Barça con muchas urgencias. El problema es que Joshua Kimmich, el jugador preferido por Flick, cobra mucho dinero y su traspado rondaría los 60 millones de euros.
Problemas en la banda derecha
Flick también necesita un lateral derecho de primer nivel. Héctor Fort no lo es y en Estados Unidos probó a Álex Valle, a pierna cambiada. En el Gamper probó a Koundé, una solución que ya utilizó Xavi Hernández durante dos años y que no gusta al futbolista. Laporta espera que el Manchester City acepte una nueva cesión de Joao Cancelo, aunque incluya una opción de compra obligatoria, y Flick se decantaría por Jeremie Frimpong, del Bayer Leverkusen. El campeón de la Bundesliga, sin embargo, ya ha avisado de que no negociará su traspado, cifrado en 40 millones de euros.
El Barça tiene claras sus prioridades para mejorar el equipo. Antes, sin embargo, debe soltar lastre. Deco, el director de fútbol, ha puesto en venta a Lenglet, Vitor Roque y Ansu Fati, aunque aceptaría tres cesiones a cambio de ahorrarse sus fichas o una buena parte de las mismas. Más factible podría ser la venta de Raphinha, por quien se ha interesado el Manchester United. Su precio rondaría los 60-70 millones de euros.
Salidas que encallan
El fichaje de Vitor Roque, curiosamente, fue muy celebrado el pasado enero. El Barça pagó 30 millones de euros fijos y 31 en variables, comisiones aparte, al Athletico Paranaense por otro futbolista representado por André Cury. Ahora, el club quiere recuperar la inversión realizada hace unos meses y el Everton parece ser la entidad mejor posicionada para fichar al delantero brasileño, futbolista que simboliza las operaciones fallidas del Barça desde 2015. Desde que ganó su última Champions e inició su caída a los infiernos tras tocar el cielo.